El 98 por ciento de las cooperativas y almazaras de la provincia de Jaén han cerrado hoy sus puertas, según las organizaciones agrarias Asaja, COAG, UPA, Cooperativas Agro-alimentarias e Infaoliva, que han convocado un paro para protestar por el reparto de las ayudas de la PAC que, aseguran, perjudica especialmente a la provincia, a lo que se une un inasumible aumento de los costes de producción.

Es la primera vez que se realiza un paro agrario en plena campaña de recogida de la aceituna, y al mismo están convocados los cerca de 100.000 jornaleros del campo de la provincia y los alrededor de 50.000 trabajadores de almazaras y afines. Además del paro, ha habido concentraciones entre las 10,00 y las 12,00 horas ante las puertas de cooperativas y almazaras, y en algunas de ellas se ha leído un manifiesto o han colocado pancartas.

Las organizaciones critican que la nueva PAC en Jaén será una auténtica catástrofe, ya que hay agricultores y ganaderos que perderán ayudas en comarcas como La Loma, Cazorla, Segura y El Condado, cifradas por COAG Jaén de entre el 20 y el 50 %.

Asimismo, llaman la atención sobre el hecho de que el aumento de los costes de producción, como el precio de la luz, el de los carburantes, los fitosanitarios o el agua, hace que los buenos precios del aceite de oliva no beneficien a los agricultores.

El vicesecretario general de UPA Jaén, Elio Sánchez, ha hecho hincapié en que "nuestro campo ya no puede más con unos costes de producción desorbitados y una reforma de la PAC que nos afecta demasiado".

En declaraciones a los periodistas ante una cooperativa de Jaén, el gerente de Cooperativas Agro-alimentarias de Jaén, Antonio Guzmán, ha resaltado el gran seguimiento del paro y ha aclarado que, con esta movilización, histórica en Jaén, el sector no demanda nada nuevo, sino el mantenimiento de los derechos adquiridos, ya que esta propuesta constituye un duro ataque al olivar tradicional de Jaén.

Por su parte, Manuel Alfonso Torres, presidente de Infaoliva, ha insistido en que la reforma de la PAC, supondrá una merma en la entrada de dinero a Jaén de alrededor de 80 millones de euros anuales, en la que también se van a ver perjudicados las pequeñas explotaciones y el olivar tradicional.