El Gobierno andaluz de PP-A y Ciudadanos (Cs) quiso dejar claro este miércoles que va a mantener su política de «bajadas de impuestos» desde el convencimiento de que «dejando el dinero en el bolsillo de los ciudadanos» se reactiva la economía porque se recauda más y se aumenta el consumo, y frente a esa apuesta ha confrontado la del Gobierno central de Pedro Sánchez y la que defiende el secretario general del PSOE-A, Juan Espadas, «en dirección contraria». El Pleno del Parlamento aprobó por la tarde la proposición de Ley de Tributos Cedidos de la Comunidad Autónoma de Andalucía, procedente de dos iniciativas que presentaron por separado PP-A y Ciudadanos (Cs) y PP-A y Vox, y que salió adelante con el apoyo de estos tres grupos y el rechazo de PSOE-A y Unidas Podemos por Andalucía, y que el Gobierno andaluz defendió por su contribución a un ahorro fiscal de 323 millones para los andaluces.

En la rueda de prensa posterior a la reunión semanal del Consejo de Gobierno, que en esta ocasión se celebró en miércoles en vez de en martes, como es habitual, por la festividad del 12 de octubre, tanto el vicepresidente de la Junta y consejero de Turismo, Juan Marín (Cs), como el consejero de la Presidencia y portavoz del Ejecutivo andaluz, Elías Bendodo (PP-A), defendieron las «bajadas de impuestos» de la Junta al hilo de dos iniciativas que se debatieron en el Pleno del Parlamento por la tarde, como son la nueva Ley de Tasas y Precios Públicos y la proposición de Ley de Tributos cedidos de la comunidad autónoma de Andalucía.

Juan Marín criticó que el PSOE-A que lidera Juan Espadas haya planteado que «el Gobierno de España recupere la gestión» de tributos cedidos a la comunidad autónoma, «especialmente el de Sucesiones y Donaciones», para que gobiernos como el de PP y Cs en Andalucía «no puedan tomar» decisiones como bonificaciones de estos tributos que a los socialistas «les sientan muy mal». Tras criticar además la enmienda a la totalidad que el PSOE-A ha presentado contra la Ley de Tasas, el vicepresidente auguró que Espadas «va a seguir haciendo a pies juntillas lo que le diga» Pedro Sánchez, y seguirá «diciendo ‘no’ a bajar la presión fiscal» a los andaluces y «sí a subirle los impuestos a la clase trabajadora».

Marín defendió que el Gobierno andaluz ha logrado «la cuadratura del círculo», logrando aumentar la recaudación bajando impuestos, y ha subrayado que «vamos a seguir haciendo lo mismo porque Andalucía crece por encima de la media nacional, genera más empleo que el conjunto del país», y presenta «unas cifras muy importantes de recuperación económica en todos los sectores».

«Creemos en la política de incentivos, y bajar los impuestos es incentivar la política de inversión», abundó Marín, antes de opinar que esas políticas van «en la dirección contraria de las políticas de Espadas y Sánchez», así como de aseverar que el PSOE tiene «en su ADN» el «subirle los impuestos a los andaluces».

Por su parte, Elías Bendodo defendió que Andalucía ha iniciado esta legislatura «un camino que no tiene marcha atrás, el de la bajada de impuestos», para que la comunidad autónoma «deje de ser un infierno fiscal, donde más impuestos se pagaban», y se convierta en una «autopista para la inversión», un objetivo que, en su opinión, ya se ha logrado en los primeros dos años y medio de legislatura.

El PSOE habla de «mini reforma fiscal»

En representación del PSOE-A, el diputado Antonio Ramírez de Arellano pidió a los partidos que sustentan el Gobierno andaluz que «bajen los humos», porque lo que han promovido es «una mini reforma fiscal para beneficiar a los que más tienen», y «no una bajada masiva de impuestos». «La cosa ni siquiera llega a reforma fiscal», sostuvo en esa línea el parlamentario socialista, quien advirtió de que los «regalos fiscales» de la Junta «a los más pudientes los terminamos pagando entre todos».

Subrayó que el PSOE es «un partido de gobierno, riguroso, serio, socialdemócrata, que no va a entrar» en el «simplismo» del Ejecutivo de PP y Cs «ni en sus justificaciones ridículas», agregó, antes de acusar a la Junta de acercarse con su comportamiento a la «irresponsabilidad fiscal», y de criticar que hayan rechazado las enmiendas «más sustanciales» del PSOE-A a esta proposición de ley.

El parlamentario de Cs Carlos Hernández White defendió que «las políticas liberales funcionan», así como que con la reforma fiscal «se atrae economía sumergida a la economía real», argumento al que añadió que «se ha atraído población. 138.000 han venido en 2018 y 116.000 en 2019», dijo, para concluir afirmando sobre «la atracción de talento y de inversiones».

El portavoz adjunto de Unidas Podemos por Andalucía, Guzmán Ahumada, por el contrario, tachó de «gran estafa fiscal» esta proposición de ley que comparó con el «timo de la estampita», porque en ella «hay unas cuestiones que se muestran» cuyo reverso no corresponde con «lo que viene en el anverso», según advirtió, antes de acusar a los grupos impulsores de esta iniciativa de basarse en «eslóganes vacíos».