La vuelta de los pacientes a los centros de atención primaria, prevista para este jueves, abrió ayer un bronco debate en la sesión de control del Parlamento de Andalucía, cuando la portavoz de Unidas Podemos, Inmaculada Nieto, vaticinó que la Atención Primaria «ni ha estado abierta antes ni va a abrir a partir de mañana (por hoy viernes)», y denunciar su «desastrosa gestión». Un aplauso desde la bancada socialista llevó al presidente de la Junta de Andalucía, juanma Moreno, a decirle que «ha conseguido que por fin las filas socialistas le aplaudan, la confluencia empieza a avanzar, el clima electoral empieza a definir dónde estamos cada uno y qué vamos a hacer en el futuro cada uno». Moreno admitió las dificultades de la sanidad andaluza, pero las atribuyó a los recortes de gobiernos anteriores, en los que también ha participado IU, y defendió los esfuerzos realizados por la Junta desde el 2019.

Intervención de Juanma Moreno. A la izquierda, Juan Marín.

La sanidad, al igual que la exigencia de que Andalucía se dote de un plan de Empleo y otros puntos debatidos en la sesión parlamentaria de ayer condujeron a tres grandes vías de polémica: la «herencia recibida», la presión del Gobierno andaluz para que se reforme el sistema de financiación y, mientras, se habilite un fondo de compensación de al menos 1.700 millones de euros para Andalucía, y la negociación hoy con todos los grupos del proyecto de Presupuestos de Andalucía para el 2022, en los que el secreterio general del PSOE-A, Juan Espadas, repitió ayer que podría llegar a acuerdos si se excluye de los mismos a Vox y Vox reiteró que necesita un mayor cumplimiento de los compromisos alcanzados con PP y Cs en la actual legislatura y que lo adecuado sería adelantar la convocatoria electoral, idea que Moreno rechaza.

Sobre sanidad debatió también Moreno con la portavoz del PSOE, Ángeles Férriz. Moreno se lamentó de la herencia recibida en sanidad, que describió «no como un coche funcionando, es un coche gripado, sin ruedas, ni motor, y lo hemos tenido que arreglar para que medio ande, no es un Fórmula 1».

Ángeles Férriz sostuvo en su pregunta sobre la situación de la Atención Primaria que «en mi partido nos acordamos muy bien de las mareas», el movimiento reivindicativo sanitario contra los gobiernos socialistas, para afirmar que «mi partido ha aprendido, solo se equivoca quien no escucha» y augurar que «las mareas van y vuelven». Moreno respondió que «ya sabemos que su grupo está trabajando en que las mareas suban contra el Gobierno, en construir una confrontación artificial». Esgrimió que se han destinado 11.772 millones a sanidad en el Presupuesto de este año, «2.000 millones más que el último año de Gobierno socialista», y se ha alcanzado por primera vez un gasto del 7% del PIB en sanidad. Pero «la Atención Primaria no es la que deseamos». Lamentó sus « bases poco sólidas» y apeló a «una pandemia de 20 meses que persiste». Por ello, «no hago política de destrucción contra la Atención Primaria y contra los profesionales», a quienes describió como «agotados» y atribuyó su situación a años anteriores como «2018, 2017, 2015». «Son conscientes de dónde venimos, dónde estamos, y que hemos mejorado», afirmó. La Junta, dijo, trabaja «para mejorar, no en una campaña para desmotivar».

Sin embargo, la portavoz socialista argumentó que «en esta tierra nunca ha pasado que un paciente no pueda ver a su médico» y que la sanidad andaluza «funciona peor que nunca», y lo ilustró dicendo que su propia cita médica se la dan para el 13 de octubre.

«Estamos pensando que la situación de la Atención Primaria es premeditada, que hay una hoja de ruta, con la pandemia como excusa, para abrir la puerta a la sanidad privada, que es lo que han hecho cada vez que han gobernado», sostuvo Férriz para anunciar que «en ese caso nos tendrá enfrente» y ofrecer que «si están desbordados, aquí estamos» y alentó al Gobierno a sentarse con los partidos o los sindicatos para hacer «un plan estructural a diez años».