Un testigo de los supuestos abusos sexuales cometidos por sacerdotes en Granada ha presentado en un juzgado de guardia de Granada una denuncia ampliando datos y nombres sobre los hechos, de los que el papa Francisco, por primera vez en público, ha afirmado: "La verdad es la verdad y no debemos esconderla".

Los tres sacerdotes y el profesor de Religión detenidos en el marco de la investigación judicial por supuestos abusos sexuales a menores han proclamado su inocencia y han asegurado que lucharán por demostrarlo durante la instrucción de este caso. Esto ha sido lo que, antes de sus arrestos el lunes, trasladaron a su entorno próximo los tres sacerdotes y el profesor, que continúan detenidos e incomunicados en la Jefatura Superior de Policía de Andalucía Oriental.

Fuentes de su entorno han precisado que la principal preocupación de estos cuatro detenidos está en cómo afecte la situación a sus familias, principalmente a padres y hermanos. También lamentan el daño irreparable que la denuncia por supuestos abusos sexuales a menores esté causando a la Iglesia católica.

Tanto los tres sacerdotes como el seglar, un profesor de Religión, se sienten en cualquier caso respaldados por sus familias, que los apoyan "incondicionalmente" porque creen en su inocencia. Los representantes legales de los arrestados llevan semanas trabajando en su defensa y continúan estas labores, a pesar de que no se les permite hablar con los detenidos al estar incomunicados y no poder estar presente el abogado elegido por ellos. Estos cuatro detenidos están representados por el despacho Muriel Abogados, ubicado en Marbella y dirigido por Javier y Eduardo Muriel Navarrete, que han estado presentes en macrocausas contra la corrupción como Malaya.

Mientras, una nueva denuncia sobre supuestos abusos sexuales cometidos por sacerdotes en Granada fue presentada el lunes en el juzgado de guardia de Granada, aunque no ha sido trasladada todavía al juzgado de instrucción número 4, que es quien instruye la causa, sobre la que está decretada el secreto de sumario.

Por su parte, el joven de 24 años que ha motivado la investigación ha asegurado que denunció los supuestos abusos sexuales que sufrió siendo menor para evitar que éstos se pudieran estar repitiendo con otras posibles víctimas. A través de un escrito remitido a la agencia Efe por su abogado, el denunciante ha recordado que actuó "libre y voluntariamente" y siguiendo los dictados de su propia conciencia, como bautizado y miembro de la Iglesia católica. El joven aclara en la carta que estos hechos eran conocidos también por otros sacerdotes y algún integrante más del mismo grupo y que, con su denuncia, no tenía ánimo de causar "daño alguno" a la Iglesia, a la que "quiere profundamente".

El joven ha manifestado, a través de su letrado, que tiene puesta "toda su confianza" en las autoridades judiciales y en la Fiscalía, que considera el "eficaz impulsor" de la denuncia ante los tribunales. Confía también en que "resplandezca la verdad" y se depuren las responsabilidades correspondientes, de forma que también se eviten a otras personas sufrimientos como los padecidos por él y se pueda reparar el daño causado.

INTERVENCION DE LA JUNTA La Delegación de la Consejería de Educación en Granada ha urgido al Arzobispado de Granada a que aparte de las aulas al profesor de Religión detenido por los supuestos abusos sexuales y que le retire "la idoneidad" para dar clases. La delegada, Ana Gámez, señaló que el arresto del profesor, Sergio Q.M., ha "consternado y conmocionado" al centro de Dúrcal en el que impartía la asignatura de Religión hasta la pasada semana.