Hacienda no consiguió ayer que los representantes de los trabajadores públicos aceptaran o al menos comprendieran el plan de ajuste de la Junta para cumplir con el objetivo de déficit público. Los sindicatos CSIF, UGT y CCOO rechazaron de plano unas medidas "impuestas sin negociación" y que, a su juicio, hacen recaer todo el peso de los recortes en las espaldas de los trabajadores. El recorte al Presupuesto andaluz, de unos 2.500 millones, proviene principalmente de la bajada de sueldo a los funcionarios (un 5% de media) y a los interinos, un 15%, igual que disminuye su jornada laboral. El tijeretazo a las nóminas -también bajan un 5% las del presidente, consejeros y viceconsejeros- supone un ahorro de 77 millones. Los trabajadores mantienen sus movilizaciones y anticipan un verano muy caliente.

"Salimos más decepcionados aún". Es la sensación del sindicato mayoritario de funcionarios, el CSIF-A, al término de la reunión de la Mesa de Función Pública, que duró más de dos horas. El documento de Andalucía pasó por los pelos el duro examen del ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, pero ayer recibió un rotundo suspenso de los sindicatos.