Agricultura
Las precipitaciones alimentan el optimismo en el campo cordobés
Tras dos campañas de sequía acuciante, se espera una mayor dotación para los riegos
Satisfacción en La Veguilla por las últimas lluvias tras dos campañas "muy complicadas"
En La Veguilla, principal productora de melocotón de la provincia, los cultivos llevan sembrados meses y las lluvias de Semana Santa han llegado como agua de mayo. La satisfacción en el responsable de la explotación, Francisco Natera, es fácilmente perceptible, porque, pese a que eran optimistas y esperaban que este año la sequía dejase de estrangular los cultivos, "en septiembre u octubre las perspectivas eran muy feas". Al final, "es jugártela".
En los extensos terrenos de la finca, en el valle del Guadalquivir, se producen frutas como los melocotones, las nectarinas o las ciruelas, aceituna y aceite, patatas, ajos y otros productos. Sin embargo, La Veguilla ha sufrido "dos campañas muy complicadas" que se han notado en las cosechas.
De tripas corazón por la sequía
Como informaba Diario CÓRDOBA, 2022 fue un año complicado para las frutas con hueso. La escasez de agua obligó a hacer un uso más racional, como explicaba Natera, y el calibre de los frutos disminuyó. En 2023, esa sequía alargada e intensificada hizo que cayeran un 20% los kilogramos de melocotón recolectados.
En campañas así, cuenta el responsable, toca "hacer de tripas corazón" y tratar de sobrevivir. Se deja de sembrar, se apuesta por los cultivos de primavera, el trigo no se riega, se reserva agua para verano y se prioriza el riego de frutales y olivar. Esa labor ha hecho que La Veguilla haya seguido manteniendo la calidad y cantidad de sus producciones principales.
La dotación para riego
Este año, las precipitaciones lo pondrán más fácil y Natera espera que la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir aporte una mayor dotación, dentro de lo "razonable" para riego. El año pasado subsistieron con 750 metros cúbicos de agua por hectárea, seis veces menos de lo normal, que ronda los 4.500 metros cúbicos por hectárea. Pese a que ya "no estamos mal de agua", desea que se haga un uso y un reparto prudente, sin llegar a desembalsar todo lo acumulado.
La producción de la empresa ronda, normalmente, los 800.000 kilogramos y genera 10.000 jornales al año. Natera mira al cielo esperando que dos semanas de claro permitan realizar las labores ordinarias del campo y anhelando más lluvias que sumen a las caídas. Sobre la producción de este año, precisa que no habrá ciruela y que los almendros, por primera vez, entran en funcionamiento. A partir del 20 o el 25 de junio esperan abrir el puesto de venta al público en la finca.
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