FORO 25 ANIVERSARIO DE INTERCAZA

La montería busca mayor respaldo social, normativas favorables y garantizar el relevo generacional

La sequía hace más complicada la campaña que ahora empieza

Imagen de la mesa redonda sobre la montería celebrada en el Foro 25 aniversario de Intercaza.

Imagen de la mesa redonda sobre la montería celebrada en el Foro 25 aniversario de Intercaza. / FRANCISCO GONZÁLEZ

Rafael Valenzuela

Rafael Valenzuela

La segunda jornada del Foro 25 Aniversario de Intercaza, que se celebra en el Palacio de la Merced, ha tenido a la montería como uno de los temas de debate, para abordar la realidad del sector echándolo una mirada al futuro. Otras mesas han hablado sobre el turismo activo y el ecoturismo y la pesca deportiva.

En la meda redonda sobre la montería se han destacado, sobre todo, las dificultades que la sequía y las nuevas normativas están suponiendo a una actividad que supone un importante motor económico para numerosos pueblos de la provincia. En la mesa redonda se ha destacado que las nuevas normativas que se vienen publicando, en algunos casos, están suponiendo “un ataque directo al sector”, según apunta Tomás Jurado, técnico de Asaja especializado en la actividad cinegética. Jurado señala que la Ley de Bienestar Animal, que entró en vigor este viernes, “a pesar de que se ha sacado de ella a los perros caza y de que ha habido alguna mejoría, sigue siendo un ataque al sector”. Ante ello, añade, “el mundo de la caza debe estar muy alerta, porque en cualquier momento cualquier gobierno publica una ley o una disposición en el BOE que puede suponer que no se puedan usar perros u otras cosas que paren o perjudiquen la actividad”.

Al problema legislativo une el técnico de Asaja, “la poca sensibilidad que tiene la administración en general hacia la caza y la montería”, porque asegura que “los políticos son conscientes de la caza genera empleo y riqueza, se fija población al territorio, se le da vida a los pueblos y hay gente que puede vivir en ellos gracias a que trabajan en actividades vinculadas a la caza, guarderías, preparar manchas y muchas más actividades”. De modo que a juicio de Jurado, “los políticos entran en una contradicción cuando están en campaña electoral dicen que van a luchar contra el despoblamiento rural, pero luego cuando mandan las normas al BOE son normativas que atacan frontalmente y restringen la actividad”.

Mejorar la imagen ante la sociedad

Junto a esta contrariedad ajena a los cazadores, se expone desde el sector la necesidad de trabajar desde dentro para transmitir a la sociedad el mensaje de que se trata de una actividad “sana y  natural y que sirve para regular las poblaciones de las especies”. Esto es algo, señalan, que “la sociedad  urbana, la que está alejada del mundo rural, desconoce, no sabe lo que es la regulación que se hace con la caza y tienen que conocerlo y eso es algo que tenemos que hacer nosotros desde el sector”, asevera Jurado. Es fundamental, apunta, “que no asocien la caza a una actividad solo lúdica, de disfrute y de señores que disparan a los animales, porque no se trata de eso”. Eso, completa, “por no decir que la caza es el único sustento económico que tienen muchas fincas”, explotaciones donde no hay corcho, no hay piñas o cualquier otro tipo de producción y cuyo único ingreso es la caza, "una actividad que obliga a que haya un guarda, a que se hagan cortafuegos, se haga prevención de incendios o que la arboleda esté cuidada. Todo ello contribuye al buen estado de la finca", apostilla.

Junto a todo ello, un reto que es generalizado en todas las actividades relacionadas con el medio rural y del que no escapa la caza es el del relevo generacional. En la actualidad se está notando que cada vez se incorporan menos jóvenes al mundo de la caza. En ello, la Federación Andaluza de Caza está desarrollando importantes esfuerzos.

La campaña actual

Y centrándonos en esta campaña, el principal problema vuelve a ser la sequía, porque va a influir de manera destacada en la temporada de caza tanto mayor como menor. Aunque ha llovido algo, la actual semana de altas temperaturas están provocando que el campo se vuelva a secar, las charcas están cada vez más secas, “y va a arrancar la temporada sin agua, sin frescor, sin hierba y eso está haciendo que el arranque sea duro” y con unas perspectivas de prolongación de la misma, al menos a corto plazo.

Todo ello repercute tanto en las reses como en otros ámbitos de la montería, como en las rehalas para las que las condiciones de trabajo también se endurecen y se limitan. A todo ello se une que ante la falta de la alimentación natural en el campo, los dueños de las fincas cinegéticas deben hacer aportación suplementaria de comida para que las reses se puedan desarrollar de manera correcta.

Suscríbete para seguir leyendo