Radiografía agroalimentaria de Córdoba. La actividad cinegética

Un enorme coto para la caza

Más del 80% de la superficie de la provincia de Córdoba es apta para la caza, tanto en su variedad mayor como para la menor

Este año, las asociaciones de cazadores se han movilizado en contra de las normas de Bruselas y la Ley de Bienestar Animal

Un cazador cordobés en un coto de la provincia.

Un cazador cordobés en un coto de la provincia. / CÓRDOBA

Rafael Verdú

Rafael Verdú

Casi toda la provincia de Córdoba es un enorme coto de caza. La superficie habilitada para la actividad cinegética supera el 80% del total entre los espacios para caza menor (que son la mayoría) y mayor, que se concentra en la zona norte y en Sierra Morena. Esos datos dan una idea de la importancia de un sector que mueve en torno a 90 millones de euros cada año en el territorio cordobés. En la última temporada (2022-2023), uno de los aspectos más destacados de la caza y todo lo que la rodea han sido las protestas de un sector que se siente amenazado por las políticas medioambientales que se tramitan desde Bruselas. Miles de cazadores se manifestaron en Madrid a finales del mes de mayor y presentaron más de 100.000 firmas en defensa de la caza en todo el país, muchos de ellos procedentes de la provincia de Córdoba. El 80% de las leyes que afectan a la actividad cinegética se generan en la Unión Europea.

90 millones es el valor que se estima que produce el sector cinegético en la provincia de Córdoba.

Tal como informó Diario CÓRDOBA en su día, la Federación Europea de Caza y Conservación (FACE) apuntaba con motivo de la protesta que «la caza de aves, el hábitat para las especies cinegéticas, la gestión de los grandes carnívoros, la cultura de la caza en Europa y las medidas que adoptamos para conservar la naturaleza están en peligro como consecuencia de las decisiones políticas».

Otro aspecto señalado de la temporada 2022-2023 ha sido la aprobación de la Ley de Bienestar Animal, que el Congreso de los Diputados sacó adelante en primavera, aunque no entra en vigor hasta el 29 de septiembre. La norma ha sido muy contestada desde asociaciones cordobesas como Asaja, por considerar que afectaba también a los animales de caza como las rehalas de perros, que finalmente quedaron fuera del amparo de esta nueva ley.

A pesar de ello, la trifulca política ha estado en el centro del debate sobre la Ley de Bienestar Animal. El PP se ha comprometido a derogar la norma si conseguía gobernar para apoyar las demandas de los colectivos de cazadores (así como de otros sectores).

Un ciervo, especie cazable, en una zona acotada de la provincia de Córdoba.

Un ciervo, especie cazable, en una zona acotada de la provincia de Córdoba. / AJ. González

Aumento de la población de jabalí

Las condiciones climatológicas como la sequía o las altas temperaturas han propiciado un aumento de la población de una especie cinegética de gran importancia en la provincia de Córdoba, como es el jabalí. Cada año se cazan más, pero el problema radica ahora en la sobrepoblación de este cerdo salvaje, que puede terminar afectando a las explotaciones agroganaderas e incluso a los núcleos urbanos. En el verano de 2023 se han visto situaciones inéditas como la llegada de piaras de jabalíes hasta algunas plazas andaluzas, en unas imágenes que tuvieron mucha repercusión mediática en su momento y que revelan la magnitud del problema: los jabalíes no se acercan a los pueblos y ciudades si tienen comida suficiente en su entorno.

Y eso que cada año se abaten más jabalíes. En toda España, actualmente se estima que las batidas pueden acabar con unos 400.000 ejemplares al año, el doble de lo que podía verse hace una década. Pero es que hay muchos más en los cotos y zonas serranas. Según la Federación Española de Caza, en todo el país pueden superar el millón de ejemplares de jabalíes.

Un millón es la población estimada de jabalíes en todo el país en una época de sobrepoblación.

Ante esta situación de sobrepoblación, que supone un peligro también para las carreteras, sobre todo en zonas rurales, además de un foco de transmisión de enfermedades, varias comunidades autónomas que tienen transferidas las competencias de caza han flexibilizado en esta última temporada las exigencias para los cazadores.

En junio de este año, la Consejería de Sostenibilidad, Medio Ambiente y Economía Azul de Andalucía autorizó de forma excepcional la caza selectiva de ejemplares de jabalí, además de ciervo, gamo y muflón entre el 30 de junio y el 27 de agosto, en las modalidades de rececho y aguardo, nocturno en el caso de los jabalíes, tal y como recogió el Boletín Oficial de la Junta de Andalucía (BOJA). La excepción se produjo porque la falta de agua y de alimentos, junto a la superpoblación, puede ocasionar un aumento de enfermedades entre los animales silvestres, entre ellas la tuberculosis bovina, disparando así el riesgo de que la transmitan al ganado doméstico.

Temporada de caza

La temporada de caza comenzó el pasado mes de agosto, como es habitual. El domingo 13 de agosto comenzó la temporada para el conejo, y el 24 de agosto se inició la media veda, que se extiende hasta el 28 de septiembre, y en la que se pueden cazar codorniz, palomas y córvidos. Respecto a la tórtola común, seguirá prohibida su caza. La temporada pasada tampoco se cazó esta especie, gracias a lo cual se aprecian abundantes tórtolas en el campo, según las asociaciones del sector cinegético.

80% es la cifra aproximada de la superficie dedicada a los cotos de caza cordobeses.

Las tres especies de palomas que se pueden cazar son la paloma torcaz, la paloma zurita y la paloma bravía. Se trata de un periodo de caza de mucho interés para el sector, que generará gran actividad en las zonas rurales, y que será la antesala del periodo general de caza, que irá del 8 de octubre al 31 de diciembre.

En el periodo general, se podrán cazar otras especies como la perdiz roja, la liebre y el resto de las especies de caza menor, excluida la tórtola común.

Por su parte, la caza mayor se podrá practicar desde el 14 de octubre al 11 de febrero.