APORTAN AGUA PARA EL TERRENO Y RESEVA PARA LAS PLANTAS

Las heladas ayudan a normalizar el desarrollo de los cultivos

Las temperaturas cálidas que se venían dando habían afectado los ciclos naturales de crecimiento | Las variedades tardías de cítricos, destinadas al consumo, son las únicas que se verán perjudicadas

Imagen tomada el pasado viernes en una zona de dehesa de la comarca del Valle de Los Pedroches.

Imagen tomada el pasado viernes en una zona de dehesa de la comarca del Valle de Los Pedroches. / RAFA SÁNCHEZ

Rafael Valenzuela

Rafael Valenzuela

Las bajas temperaturas que se vienen registrando en los últimos días en Córdoba, igual que en el resto del país, han sido bien recibidas, de manera general, por los agricultores de la provincia pues, según han indicado a este periódico desde Asaja, vienen a ralentizar el proceso de desarrollo de cultivos como los cereales, entre otros, que se estaban viendo alterados últimamente por unas temperaturas demasiado cálidas.

Esta ralentización, explica el técnico de la organización agraria Antonio Monclova, lo que hace es normalizar el proceso vegetativo de los cereales, porque paraliza el crecimiento del tallo para aumentar el enraizamiento, con lo que la planta no solo toma recursos para la primavera, sino que mejora el ahijamiento de la misma, lo que también es beneficioso de cara a su crecimiento posterior. También para la dehesa son importantes estos episodios de frío, porque, igual que los cereales, la hierba deja de crecer y se fortalece de cara a ofrecer una floración normal en el periodo que le es natural, como es la primavera.

Del mismo modo se benefician de estas heladas los olivares donde todavía no se ha recolectado, porque hacen posible que la aceituna mejore su tamaño y, por tanto, su rendimiento, apunta.

En el caso de los frutales de hueso, explica Monclova, que también reciben de una manera positiva estas gélidas temperaturas, porque son especies vegetales que necesitan «horas de frío», que son las que les permiten tomar reservas de cara a la primavera.

El único frutal que sí se verá perjudicado por estas bajas temperaturas, según el experto, es la naranja, ya que las variedades tardías, que aún están en el árbol, sí se podrían helar de modo que las que tuvieran como destino el consumo humano dejarían de ser aptas para tal fin.

Para las de zumo, el perjuicio sería menor, explica. Aún así, ya hay agricultores que aplican distintos mecanismos como riegos nocturnos o ventiladores que, colocados en sus explotaciones, evitan que el rocío nocturno se congele.

En síntesis, Antonio Monclova explica que estos fríos han llegado en su momento y han permitido ralentizar procesos de desarrollo de algunos cultivos que se estaban viendo alterados por las temperaturas templadas que hasta ahora se venían produciendo. Este calor a destiempo, apunta, estaba alterando el proceso vegetativo de bastantes cultivos, que adelantaban su desarrollo, sin haber enraizado lo suficiente en el caso de los cereales, por ejemplo, o florecían antes de tiempo sin que el árbol tuviera las reservas necesarias, como ha venido ocurriendo con el almendro, entre otros.

Por otro lado, además de la citada ralentización de los crecimientos, estas heladas y relentadas que caen sobre los campos contribuyen en cierta manera también a recibir un agua que no llega en forma de lluvia, con lo que resulta beneficiosa para cualquier terreno. Lo perjudicial, explica Antonio Monclova, sería que estas heladas, como ha ocurrido algún año, llegaran en primavera, porque la floración está cerca y perturbarían la última etapa del desarrollo de las plantaciones.

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