Diario Córdoba

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EN LA PROVINICIA HAY ACTUALMENTE 36.433 LICENCIAS

Empieza una campaña de caza afectada por la prolongada sequía

La falta de agua y de alimentos como el girasol merma la presencia y el crecimiento de las reses | Varias zonas de la provincia tienen declarada alerta cinegética por exceso de conejos y jabalíes

Un cazador y su perro. Javier Solsona

Hoy se abre el primer periodo de caza en los campos cordobeses, con el conejo como primera especie a la que se puede disparar. La semana que viene se podrá ya hacer lo propio con las palomas y los córvidos, con la apertura de la denominada media veda. La campaña cinegética se pone en marcha en pleno periodo de sequía, lo que también afecta directamente a la actividad pues los animales se han visto afectados al tener menos alimento, lo que provoca que en muchos casos tengan que desplazarse lejos para lograrlo. Uno de los ejemplos más claros es el del girasol, que atrae a numerosas aves y otras especies y que debido a su escasa producción ha evitado el paso o la parada de algunas de las presas.

Entrando en la actividad propiamente dicha, la campaña se presenta con diversas posibilidades de aprovechamiento, según el tipo de especialidad cinegética a la que cada cual se dedique. El conejo es la primera que se pone en marcha, hoy mismo. Según ha informado a este periódico Tomás Jurado, técnico de la materia de Asaja Córdoba, este año se da, una vez más, la paradoja de que hay lugares donde apenas existe y otros en los que sobran. En el norte, como consecuencia de la neumonía hemorrágica vírica, que ha diezmado la población considerablemente, el conejo se convierte en una presa muy valorada. Sin embargo, en la zona de la campiña ocurre todo lo contrario, pues en 20 municipios se mantiene vigente la emergencia cinegética por superpoblación, una situación que causa graves problemas con los cultivos (especialmente la vid). En estas zonas se dispondrá de medidas extraordinarias para poder cazar estas especies de forma más intensa y poder combatir los daños de forma eficaz.

Periodos hábiles de caza en Córdoba.

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Además del conejo, la próxima semana ya se podrá disparar a la paloma (torcaz, zurita y bravía) y los córvidos. La de la paloma, en cualquiera de sus razas, es una apuesta segura. Nunca faltan y este año tampoco, de modo que los aficionados a este tipo de actividad tienen asegurados sus momentos de disfrute. No será igual para los cazadores de tórtola, que este año tendrán que seguir sin tirar, pues el Estado considera que ésta es una «especie en regresión» y por ello ha prohibido su caza por segundo año consecutivo. Con esta norma se pretende que la población de tórtola se recupere, algo que, según Jurado, ya se está notando, con lo que los cazadores confían en que la restricción se retire para el año que viene.

El próximo periodo que se pondrá en marcha será el de la veda general, que se inicia el 9 de octubre, con la libertad para abatir perdiz roja, liebre y otras especies de caza menor, excepto el zorzal, que será a partir del 13 de noviembre cuando se inicie su periodo hábil de caza.

Asaja hace un llamamiento para que se respeten los cupos de piezas establecidos

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En lo que se refiere a la situación de las especies incluidas en la veda general, el experto informa de que la perdiz roja, por ejemplo, ha tenido este año un mejor desarrollo en la sierra que en la campiña, pero, aún así, se mantiene el nivel medio de existencias de otras temporadas. No ocurre igual con la codorniz, que este año se presenta bastante escasa, pues el nivel de cría de este ave migratoria ha sido de una escala media baja en esta temporada.

Los amantes de la caza mayor deberán esperar hasta el 15 de octubre para iniciar su actividad, que se prolongará hasta el 13 de febrero. En esta modalidad de caza también se hará notar la sequía, pues en las dehesas y la sierra la falta de agua y por lo tanto de alimento perjudica al desarrollo de las reses, que, posiblemente tengan menos envergadura. También en la caza mayor hay una especie sobre la que está declarada la emergencia cinegética por superpoblación, como es el jabalí, una emergencia sanitaria que, en este caso, se extiende a toda la provincia.

Con el inicio de la temporada volverán a salir al campo los titulares de las 36.433 licencias de caza en vigor que hay en la provincia, según los datos que maneja la Junta de Andalucía, que practicarán su afición a lo largo y ancho de 1.280.787 hectáreas que ocupan los 1.463 cotos existentes. Estos datos ponen de manifiesto que el 90% de la provincia es zona de caza.

De todos los espacios habilitados para la actividad cinegética en la provincia, 1.164 están destinados a la caza menor (963.297 hectáreas) y 299, a la caza mayor (317.490 hectáreas).

Responsabilidad y respeto al medio

Córdoba es una provincia donde la afición a la caza está muy extendida. De hecho, el 90% de su territorio está incluido en algún coto. Hay zonas donde la caza mayor es un auténtico motor económico, pues son numerosos los empleos y recursos que dependen de ella. Pero posiblemente sea la caza menor la que mayor número de aficionados moviliza. Ante el inicio de la temporada, tanto la administración competente en la materia (la Junta de Andalucía) como la organización agraria Asaja hacen un llamamiento a cumplir las normas y practicar una «caza responsable». Recuerda la patronal agraria «la importancia de cazar de forma responsable y ordenada, de cara a velar por el mantenimiento de las poblaciones de especies cinegéticas». Además pide que se cumpla «con la normativa vigente y se respeten los cupos establecidos para los cazadores en estos días». Así, se recuerda que cada cazador podrá abatir 10 codornices por día. En lo que se refiere a la paloma torcaz, serán 15 piezas por cazador y día durante la media veda y 50 una vez que dé comienzo el periodo general. En lo que se refiere al conejo, solo se podrán capturar tres piezas durante el periodo hábil de noviembre. Para el caso de la perdiz roja con reclamo, no se podrá pasar de 4 aves por escopeta y día, mientras que en el caso del zorzal, esta cantidad llegará hasta las 25 piezas. Desde Asaja se hace la consideración de que «la caza es la única herramienta legal de la que se dispone para poder regular las poblaciones de fauna silvestre y mantenerlas en los niveles adecuados. Especialmente en la caza mayor, gracias a la caza se evitan accidentes de tráfico por invasión de fauna mayor a las carreteras, se reduce el riesgo de transmisión de enfermedades a la cabaña ganadera y se combaten los daños agrícolas».

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