La alarma surgida el pasado mes de agosto con la desecación de la histórica Fuente de El Pez, ubicada en la popular barriada de Santo Domingo, en las proximidades de la Huerta de San Francisco, ha llevado al Ayuntamiento de Montilla a acometer una intervención en el venero de esta infraestructura con el objetivo de garantizar que siga vertiendo agua.

La teniente de alcalde de Urbanismo, Infraestructuras y Medio Ambiente, Raquel Casado, explicó que el Consistorio «ha puesto en marcha dos líneas de trabajo dirigidas a garantizar la continuidad del caudal de la fuente», uno de los más abundantes en el término municipal de Montilla.

Por ello, el Ayuntamiento ha llevado a cabo un trabajo de limpieza del venero que abastece de agua esta fuente, además de mejorar la accesibilidad de los registros existentes, «con el objetivo de poder realizar con mayor facilidad el seguimiento de este manantial en el futuro».

Fruto de estos trabajos, la Fuente de El Pez ha recuperado un «pequeño hilo de agua» que, al menos, da continuidad a su caudal. «Gracias a esas labores de limpieza, se ha conseguido recuperar parte del caudal, lo que es una buena noticia, aunque seguimos investigando qué ha sucedido», apuntó la edil.

En este sentido, el Ayuntamiento ha iniciado una labor de investigación, en colaboración con la Policía Local y el Área de Obras, ante la «posible existencia» de pozos ilegales en varias parcelas aledañas, tal y como apuntaron vecinos de Santo Domingo.

«Estos pozos ilegales, unidos al año de sequía que padecemos, han logrado disminuir el nivel freático y, por tanto, el caudal de agua que llega hasta la fuente», explicó la responsable municipal de Medio Ambiente.

En este sentido, el Ayuntamiento de Montilla ha solicitado a la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG) un inventario de los pocos autorizados en el municipio, así como una investigación de los ya existentes, «para impedir que puedan generarse situaciones similares en el resto de acuíferos de la localidad».

La Fuente de El Pez ha servido tradicionalmente para el abastecimiento de la población y para el abrevaje del ganado.

Las primeras referencias sobre este manantial datan del siglo XVI, tal y como se recoge en las Actas Capitulares de Montilla del año 1526, si bien, por su estilo arquitectónico, la actual fuente debe datar de época barroca.

En la actualidad, el pilar de esta fuente sirve como abrevadero para el ganado en tránsito, dado que su agua ha sido declarada «no potable» por la presencia de nitritos, nitratos y bacterias coliformes. De igual modo, sus aguas de emplean para riego, ya que la Huerta de la Marquesa y la de La Sorda disfrutan de la concesión del sobrante del caudal.