La cooperativa cordobesa de segundo grado Oleícola El Tejar Nuestra Señora de Araceli, con sede en El Tejar (Benamejí), está inmersa desde hace varios años en una clara apuesta por la sostenibilidad en su actividad de valorización de los subproductos del aceite de oliva para la obtención de orujo y alperujo, la producción de energía mediante generación eléctrica con biomasa y la extracción de bioproductos.

En esta línea con su compromiso por la sostenibilidad, la cooperativa ha logrado la práctica eliminación del consumo de agua en varias de sus plantas de generación mediante la implantación, por primera vez a nivel industrial en España, de la llamada Tecnología de Ciclo Higroscópico (HCT), diseñada por la empresa con sede en Oviedo Imasa Technologies (Imatech).

Precisamente, Oleícola El Tejar va a empezar ahora a ejecutar, con una inversión de casi 2 millones de euros, la que será su tercera instalación de HCT en su planta de biomasa del olivar ubicada en el municipio cordobés de Palenciana, donde tiene tres centrales eléctricas de 12,6 megavatios, 5,7 Mw y 5,3Mw -una de ellas, Vetejar, ya con HCT-, que se suman a otra existente en Baena de 25 Mw, que también cuenta con esta tecnología.

En concreto, en su planta de Palenciana de 5,3 Mw llevará a cabo la mejora de la eficiencia energética de su sistema de refrigeración mediante la implantación de un ciclo higroscópico (que utiliza un absorbedor de vapor para incrementar la temperatura de condensación) en lugar de torres de refrigeración.

Esta tecnología permite «eliminar el uso y vertido de agua», como resalta el presidente de esta cooperativa, Francisco Serrano, «con el consiguiente beneficio para la sostenibilidad, permitiendo una mejor eficiencia energética en nuestras plantas».

La tecnología HCT optimiza el consumo eléctrico de la planta en base a la temperatura ambiente, haciendo desaparecer el consumo de agua para la regriferación y aumentando el rendimiento de la planta eléctrica, «incluso con temperaturas por encima de 40 grados, un hito en un ciclo de vapor», según explica también el director de Desarrollo de Imatech, Francisco Cobos.

Básicamente, lo que permite esta nueva tecnología -inventada por el director de Imatech, Francisco Javier Rubio Serrano- es no depender del uso del agua y maximizar el rendimiento de la central eléctrica de manera independiente a la temperatura ambiental, algo muy útil en entornos como Córdoba, donde las previsiones apuntan que las altas temperaturas que suelen registrarse aún serán más elevadas a consecuencia del cambio climático.

Detalle exterior de esta nueva tecnología en la planta de Baena. CÓRDOBA

De igual manera, esta tecnología permite también paliar otra de las consecuencias del cambio climático, como es la escasez de agua, que ya hace años viene siendo un problema en las zonas en las que está implantada esta cooperativa.

Además, al eliminarse la necesidad de agua de refrigeración se elimina el riesgo de legionella, vertidos y aditivos químicos, aumentando el rendimiento eléctrico neto y reduciendo el consumo eléctrico anual, logrando importantes ahorros en el consumo de energía final.

A esto se añade un mayor confort en el lugar de trabajo y en las áreas de población cercanas, puesto que esta tecnología reduce sustancialmente el impacto acústico frente a otras, según se resalta desde la citada empresa asturiana.

La cooperativa señala que la incorporación de esta tecnología ha permitido varios beneficios en las otras dos plantas que ya cuentan con ella, como incrementar 13 grados la temperatura de refrigeración de la salida de los aerorefrigerantes para las mismas presiones de condensación, anular el consumo de agua de refrigeración (más de 200.000 metros cúbicos anuales), y bajar las emisiones de CO2 por Kw/h producido, así como reducir el impacto ambiental.

No en vano, la tecnología de Ciclo Higroscópico está alineada con la Directiva Europea de Eficiencia Energética y con las premisas de la Conferencia sobre el Cambio Climático COP21 de París. Para la puesta en marcha de esta tercera instalación, que el presidente de la cooperativa Oleícola El Tejar prevé que esté puesta en funcionamiento a principios del próximo año, la cooperativa contará con una ayuda de unos 500.000 euros de la Agencia Andaluza de la Energía, lo que habla de la importancia y dimensión de este proyecto.

En definitiva, un ejemplo de aplicación de nuevas tecnologías más sostenibles donde esta cooperativa cordobesa es punta de lanza.