Las distracciones al volante pueden tener consecuencias fatales. El teléfono móvil reduce notablemente la atención en la conducción y es el culpable de un elevado número de accidentes. Sixt, compañía Premium de servicios de alquiler, lanza una campaña de concienciación en colaboración con la Asociación DIA de Víctimas de Accidentes y Fundtrafic, que pone cifras concretas a estas distracciones.

Un conductor en condiciones normales tiene un tiempo de reacción de un segundo; si ese conductor está hablando por teléfono el tiempo de reacción se duplica y es capaz de detectar solo la mitad de las señales de tráfico. Conducir hablando por teléfono tiene un efecto similar al que ejerce una tasa de alcohol en sangre de 0,80 g/l, una cantidad muy superior a la permitida (0,5 g/l para conductores en general y 0,3 g/l para profesionales y noveles).

Una mirada rápida al móvil significa desviar la atención de la carretera durante tres segundos. Durante ese tiempo se recorren 100 metros cuando se circula a 120 km/h y 45 metros a una velocidad de 50 km/h. El riesgo de accidente que se asume al manipular el teléfono mientras se conduce es cinco veces más alto y diez veces superior al leer o escribir mensajes de texto.

Además, cabe recordar que no está permitido el uso del teléfono móvil mientras se conduce, solo se puede hablar mediante un dispositivo manos libres y sin manipular el teléfono.

La multa por utilizar el móvil mientras se conduce es de 200 euros y conlleva la retirada de tres puntos del carnet de conducir.