Vimcorsa detecta un cambio de tendencia en el índice de morosidad de sus viviendas en alquiler. Su gerente, Rafael Ibáñez, asegura que «el volumen de morosidad se ha estabilizado con las ayudas del 2016», a pesar de la tendencia creciente de los últimos años. Ibáñez explica que las ayudas de la Junta actúan como elemento «distorsionador» de la morosidad, ya que «casi la mitad de los inquilinos de Vimcorsa han solicitado esas subvenciones y cuando llegan, los datos cambian». Entre las medidas que está tomando Vimcorsa está el fraccionamiento de la deuda y su aplazamiento. Aunque la empresa no está llevando a cabo desahucios, Ibáñez explica que «a quien puede pagar y no lo esté haciendo se le reclama judicialmente y está dando resultado».

A principios del 2015, con el PP al frente de Vimcorsa, la deuda acumulada por los inquilinos en los cuatro años previos era de 1,2 millones y afectaba al 22% de los mismos. En marzo del 2016, la empresa tenía 1,4 millones pendientes de cobro. Este periódico ha intentando, sin éxito, conocer los datos de morosidad actualizados.