El campo cordobés ha crecido en las últimas décadas con la modernización de sus explotaciones, la mejora de la comercialización y la incorporación de la innovación. Sin embargo, existen factores que siguen influyendo en exceso en el futuro de la agricultura, como sucede con las fuertes oscilaciones de precios en algunos productos y la pérdida de rentabilidad en origen, la excesiva atomización y los localismos que aún se mantienen. La industria agroalimentaria, al margen de cifras, requiere una mayor concentración. Y esta idea no es nueva, sino que aparece desde hace décadas entre los grandes retos.