Las cifras constatan el ambiente que se vive en los últimos años en las salas de cine cordobesas y las causas, según las fuentes consultadas, no solo se deben a la crisis económica. La recaudación de la gran pantalla se ha situado durante el primer semestre del año en 2,3 millones de euros en Córdoba y este dato es un 25% más bajo que el alcanzado en el mismo periodo del ejercicio 2010, según las cifras facilitadas a este periódico por Rentrak, una compañía líder mundial en medición de audiencias de cine y televisión.

Los números de los últimos cinco años permiten observar una caída continuada de la actividad que solo se vio interrumpida en el 2014, cuando la recaudación del primer semestre aumentó un 13% respecto al año anterior, situándose en 2.308.412 millones de euros. En el 2015, sin embargo, ha vuelto a registrar un descenso interanual leve, del 0,1%, y ha llegado a 2.304.971 euros.

Esta tendencia ha ido acompañada por un descenso de la cifra de espectadores, que ha disminuido un 19% en los últimos cinco años y ha sumado 409.291 personas entre los meses de enero y junio. El dato representa una caída interanual del 1% respecto al 2014 y contrasta con la evolución de ese ejercicio: en el primer semestre del año pasado el público que acudió a las salas de cine cordobesas creció casi un 30% en tasa anual hasta los 413.822 asistentes.

BALANCE ANUAL El Ministerio de Cultura publica el balance anual de espectadores y recaudación de las salas de cine de las provincias españolas, que indica que en el 2014 Córdoba se posicionó en el puesto número 24 del total nacional (el último lugar, el 52, es ocupado por Melilla) de acuedo con los ingresos de estas instalaciones. Así, la provincia obtuvo cerca de 5 millones de euros y contabilizó 907.724 espectadores en el conjunto del año pasado. La información del ministerio también apunta a una recuperación para ese año respecto a las cifras del 2013, que tuvo lugar en la afluencia y no en el resultado económico, que fue levemente inferior. Además, si se comparan los resultados del 2014 con los del 2007, cuando comenzó la crisis económica, se puede observar que los asistentes han bajado un 31% (en aquel ejercicio las salas de cine recibieron 1,3 millones de personas) y la recaudación ha descendido un 17% (ese año se lograron 5,9 millones).

FALTAN ALTERNATIVAS El director del Máster en Cinematografía de la Universidad de Córdoba y coordinador del Aula de Artes Escénicas y Audiovisuales Josefina Molina, Pedro Poyato, explica que el descenso del número de espectadores responde a diversos factores como "que no les interesa lo que se proyecta, que lo ven mejor en su casa y que los cines están situados en puntos de la ciudad a los que cuesta trabajo desplazarse", y recuerda que "no tenemos ni una sala en el centro". En este sentido, comenta que la situación de los cines de verano es diferente, "porque están en la ciudad y tienen un componente lúdico. La oferta de verano no la hay en invierno", destaca.

Pedro Poyato alude a las iniciativas impulsadas en otras ciudades, en las que existen espacios subvencionados por instituciones públicas como los ayuntamientos o las diputaciones, y cita como ejemplo "el cine Albéniz de Málaga, que funciona de maravilla y combina estrenos recientes y películas reconocidas". En este sentido, aclara que "en Córdoba nos salvamos por la Filmoteca, pero esta tiene una sala y los Albéniz cuentan con cuatro".

En opinión de este especialista, "un buen número de espectadores iría al cine en Córdoba si la oferta fuera la adecuada". Así, señala que la cifra de películas que se exhiben "es muy restringida", mientras que si hubiera instalaciones concertadas se podría ofrecer formación a los asistentes, las proyecciones tendrían un coste de unos cuatro euros y se lograría "otro ambiente cinematográfico", en el que también tuvieran cabida producciones "que no son tan comerciales".

El director del máster en Cinematografía de la UCO apunta, por esto, que "la crisis económica ha influido (en la reducción del número de espectadores), aunque creo que no es la causa principal, ir al cine tampoco es tan caro". En esta línea, Pedro Poyato afirma que "se ve más cine que nunca, pero no en las salas, porque no hay salas alternativas y las que hay, no le vienen bien al espectador".