Acuciado por la polémica de sus viajes a Canarias a cargo del Senado, el presidente de la Junta de Extremadura, José Antonio Monago, anunció ayer la puesta en venta del palacio presidencial de Mérida. Le faltó tiempo para recordar que en esa residencia oficial "han vivido los anteriores presidentes socialistas", en alusión a Guillermo Fernández Vara y Juan Carlos Rodríguez Ibarra, y que él prefirió no hacerlo. "Decidí quedarme en mi casa pagándome mi luz, mi agua, mi comida ... como cualquier familia extremeña". La Junta publicará los gastos de los viajes de los consejeros desde el 2007.