La ministra de Agricultura, Isabel García Tejerina, dijo ayer en Córdoba que la subsanación de los problemas que presenta el pantano del Cordobilla de Puente Genil, para que recupere su utilidad, por ahora perjudicada por la colmatación, que genera un mal funcionamiento y perjudica las instalaciones de riego, es una prioridad para el Ministerio. Al respecto, señaló que «hay que descolmatar esa situación, para una mejor utilización por parte de los regantes. Es una inversión importante, que ya tenemos planificada, pero requiere de una evaluación ambiental». Sobre la que la ministra dijo que ya se está trabajando, «para que a la mayor brevedad sea aprobada para poder abastecer de la mejor manera de los regantes». Al respecto, la ministra señaló, en el marco del Congreso Europeo de Alimentación Animal, que los regadíos han traído una enorme riqueza a esta provincia y que, por ello, desde su gabinete se seguirán apoyando y quiso transmitir al comisario europeo Phil Hogan la necesidad de invertir en infraestructura hidráulica, porque «es una de las mejores maneras de llevar riqueza al medio rural». Para demostrarlo, Tejerina visitó la zona regable del Genil Cabra, en compañía de Phil Hogan.

Por otro lado, la expedición también visitó Covap y la dehesa del Valle de los Pedroches, con la intención de que el comisario conociera la singularidad de este ecosistema, «con una enorme riqueza y valores medioambientales» y para que el «comisario vea cuál es la realidad del pasto mediterráneo, que es otro asunto que preocupa mucho a los agricultores, como es el coeficiente de permisividad de pastos», apuntó la ministra. A su juicio, esta visita sirvió para dar respuesta a una problemática que ya está bien encauzada. Así, el comisario pudo comprovar «claramente el rico y extraordinario patrimonio económico, social, medioambiental y cultural que este ecosistema agroganadero supone para los pueblos de esta comarca», que suponen el sustento de buena parte de la economía local, según señaló, Ricardo Delgado Vizcaíno, presidente de Covap. Así, dijo, se le ha hecho ver que «la existencia de árboles no solo no reduce o merma los pastos de la dehesa, sino que los enriquece y protege y, por tanto, carece de sentido la aplicación del coeficiente de admisibilidad de pastos» y entender que la dehesa es un sistema agroganadero y no forestal.