El juez que instruye la causa sobre los niños desaparecidos ha variado su argumentación, pero el resultado es el mismo: el padre de los pequeños, José Bretón, seguirá en prisión y si en el anterior auto lo mantenía preso por la posibilidad de destrucción de pruebas, ahora es por riesgo de fuga.

El magistrado titular del juzgado de Intsrucción número cuatro de Córdoba, José Luis Rodríguez Lainz, hizo pública esta decisión en la mañana de ayer después de que el jueves Bretón fuera sometido a un interrogatorio de cuatro horas de duración, y fundamenta el auto en 16 folios, según informó el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA).

Así las cosas, Bretón continuará en la prisión provincial de Alcolea --donde se encuentra desde el pasado 21 de octubre-- por detención ilegal cualificada por desaparición de menores y simulación de delito, si bien esta última figura penal es solo una falta y supondría, en caso de salir adelante, una multa. Su abogado, José María Sánchez de Puerta, insistió tras la comparecencia que "no hay pruebas para mantenerlo en prisión ni indicios que nos digan que él ha hecho desaparecer a sus hijos". El fiscal y la acusación particular, que representa a la familia materna de los niños, mostraron su rechazo a la puesta en libertad y abundaron ante el magistrado en que existen numerosas contradicciones en las declaraciones de Bretón, aunque el letrado reitera que su cliente se mantuvo firme en su versión de que perdió a los niños en el parque Cruz Conde la tarde del pasado 8 de octubre.

El interrogatorio estuvo basado en buena parte en dos puntos: si los niños llegaron al parque y qué hizo Bretón durante la mañana de aquel día. Como se recordará, un estudio de un experto de la Universidad de Valencia concluye al 98% que los pequeños jamás llegaron a ese parque después de examinar imágenes de cámaras de vigilancia y aplicar un programa de simulación. Para el abogado, esa tecnología es "obsoleta" y las imágenes están "manipuladas", "carecen de valor", y lo que a su juicio es fundamental: "que no se ve a los niños". Por eso ha solicitado un contraperitaje.

El segundo aspecto, la cronología de la mañana del 8 de octubre, preocupa a la investigación policial, ya que la Unidad de Delincuencia Especializada de Violencia (UDEV) sitúa a Bretón a las 11.00 horas en Las Quemadas Altas mientras el entorno familiar dice que estaba en casa de su hermana.

Reiteró su versión y el abogado atribuyó a unos mensajes que recibió el hecho de que la Policía lo sitúe en la finca de los abuelos paternos y añadió que pudiera ser que la antena cercana a casa de la hermana estuviera "repleta y las ondas fueran saltando a otras antenas".

Bretón sostiene que los niños estuvieron en casa de la hermana desde las 10.00 hasta sobre las 13.30 horas y luego fueron en coche a casa de los abuelos, en La Viñuela. Sobre las 13.45 horas enfilaron hacia Las Quemadas Altas, donde permanecieron hasta cerca de las 17.30 horas. Partieron hacia el parque Cruz Conde y cuando llegó llamó a su hermano (18.08) para comunicarle que ya estaban allí. Aparcó cerca de las pistas de El Fontanar y se dirigió al parque por uno de los laterales. Soltó a los niños de la mano y se sentó en una barra de ejercicio. Se distrajo un momento y los perdió de vista.