El caso Bretón por dramático, escabroso e inédito puede habernos hecho olvidar en Córdoba que todo comenzó como parte de un fenómeno tan tristemente extendido como es la violencia de género, manifestado en la persona de los pequeños.

Sin embargo, el hecho no es nuevo y las cifras a nivel nacional son tan escalofriantes como crueles, como muestra la base estadística de la Federación de Asociaciones de Mujeres Separadas y Divorciadas, con datos que pueden comprobarse uno a uno en las hemerotecas y en donde se recoge que en España, desde 1999, se contabilizan un total de 56 casos de pequeños asesinados a manos de sus padres, padrastros, tutor legal masculino o por compañeros o exparejas de la madre.

En dos de estos casos, la madre colaboró en el homicio del pequeño y en otros dos fueron los tíos, que estaban de cuidadores, los que acabaron con la vida del menor. La Federación solo registra los casos en sus estadísticas cuando existe sentencia firme y en el listado (ver gráfico adjunto) no se incluyen asesinatos de menores por hermanos ni por parejas o exparejas sentimentales, otra forma de violencia de género que también se ha cobrado numerosas víctimas mortales.

Pero quizás lo más terrible es ver los nombres de los pequeños, el relato de cómo fueron asesinados y comprobar que en el 80% de sus casos fueron asesinados como venganza contra la madre, sin contar algunos casos en donde el homicida también mató a la mujer. También la mayor parte de las veces, los filicidios ocurren cuando la madre comunica al hombre que va a separarse o en el periodo inmediatamente posterior a la ruptura.

LA FEDERACION "Lo terrible es que no es nuevo que un padre mate a su hijo como venganza contra la madre. No nos damos cuenta de lo tremendamente frecuente que es esta forma de violencia de género", explicaba ayer desde Madrid Ana María Pérez del Campo, presidenta de la Federación de Asociaciones de Mujeres Separadas y Divorciadas. Precisamente, la Federación ultimaba ayer un escrito al respecto, que remitirán a cada parlamentario en el Congreso y en el Senado, un documento en el que se reclama medidas legislativas como la suspensión automática de las visitas cuando hay denuncia por malos tratos, y más aún en este periodo sensible en torno a la separación de la pareja . "No puede haber ni custodia compartida ni vistas cuando hay violencia", sentenciaba ayer Pérez del Campo.