Una estadounidense ha denunciado que, estando en la tienda de una gasolinera con una amiga, también estadounidense, un policía de fronteras les ha pedido sus carnets de identidad por oír que hablaban español.

La chica, que se llama Ana Suda, no tiene ningún inconveniente en acudir a pedir explicaciones al agente mientras le graba -y le informa de que lo está haciendo- en Havre (Montana, EEUU), una localidad cercana a la frontera con Canadá.

Y el policía, mirando a cámara, explica que les ha pedido sus identificaciones porque "hablan español, algo que no es muy habitual en esa zona". Cuando la joven le dice que les ha pedido que se identifiquen por cuestiones "racistas", el agente contesta que para nada, y que es solo porque les ha oído "hablar español dentro de la tienda, en un estado en el que se habla mayoritariamente inglés".

Un abogado amenaza a los empleados de un restaurante de Nueva York por hablar español

Las reacciones al nuevo incidente lingüístico no se han hecho esperar, y son muchos los estadounidenses que han denunciado en las redes sociales esta nueva "agresión". "¿Desde cuándo te convierte en un sospechoso criminal hablar en una lengua extranjera?", se pregunta el consultor internacional de negocios George R. Ferguson en su cuenta de Twitter.

Y algunos, más radicales, piden directamente, en inglés y español, que el agente sea despedido.

El incidente recuerda al polémico vídeo de un abogado neoyorquino que amenazó con "llamar a inmigración" porque los empleados de un restaurante estaban hablando español.