El hombre que decapitó el jueves en Girona a su hija de 18 meses tuvo un momento de lucidez en su delirio y llamó tras el crimen a los servicios de emergencias para avisarles de que si no llegaban pronto iba a matar a su otra hija, de ocho años. Marcelo Ruiz explicó ayer a los Mossos d'Esquadra que cometió el crimen porque se lo pedía "el diablo". Tras acabar con la vida de su hija pequeña, llamó al 112 y dijo por teléfono que "tenían que salvar" a su hija mayor, explicó el fiscal del caso, Enrique Barata, según una información de elpais.com

DUELO EN GIRONA El abogado de la defensa, Jordi Colomer, relató ayer que su defendido se debatió contra las voces que le ordenaban continuar con los crímenes. "Intentaba frenarse", explicó Colomer. "Estaba alienado", concluyó el abogado.

Poco antes de la llegada de los Mossos d'Esquadra a su domicilio ayer, el presunto asesino, de 34 años, salió al balcón y gritó en varias ocasiones "¡El diablo está aquí!".

El juzgado de instrucción número 4 de Girona decretó la prisión provisional para el detenido en la unidad psiquiátrica de la prisión de Can Brians 1 por un delito de asesinato.