La Agencia Tributaria reclama al cantante Joaquín Sabina el pago de más de cuatro millones de euros por una diferencia de criterio en las liquidaciones fiscales de los últimos ejercicios y ha embargado por este motivo parte de sus bienes, según publicó ayer el diario El Mundo. Según este diario, Hacienda ha embargado de manera cautelar el 87,45% del capital de la sociedad Ultramarinos Finos, propiedad al 50% de Sabina y su pareja, Jimena Coronado, y ha prohibido al cantante disponer -vender o ceder- parte de su vivienda de Madrid, su garaje en la capital y su casa en Rota.

Hacienda considera ahora que las personas que constituyen sociedades para facturar como empresas lo hacen con el objetivo de evadir impuestos. Así, la reclamación de los cuatro millones no sería ningún delito, ya que no existe ánimo de defraudar, sino una disparidad de criterio en la liquidación. El mánager de Sabina, José Navarro, señaló a El Mundo que recurrirá esta reclamación porque, defiende, el cantante "ha pagado escrupulosamente sus impuestos".