Jokin C. se suicidó el pasado 21 de septiembre en la localidad guipuzcoana de Hondarribia, presuntamente a raíz de las amenazas, vejaciones y agresiones que recibía de sus compañeros de curso. La tensión en esta población costera se ha disparado: las familias de amigos del fallecido denuncian una campaña de hostigamiento contra el adolescente, varios alumnos han sido expulsados del centro al que acudía y los padres de la víctima estudian interponer una denuncia contra el instituto. Por añadidura, el entorno del joven, que esta semana hubiera cumplido 15 años, denunció ayer que una de sus profesoras participó en las humillaciones de los últimos días.

El cadáver de Jokin apareció junto a la muralla que rodea Hondarribia, desde la que se habría lanzado harto de soportar golpes e insultos. El origen de esta situación se remonta al curso pasado, cuando al sufrir un trastorno intestinal se hizo sus necesidades encima en clase. Las risas de sus compañeros derivaron en una situación insoportable, ya que pronto se convirtió en objeto de todo tipo de burlas.

Tras este episodio, Jokin y sus compañeros fueron sorprendidos fumando un porro, lo que movió a la dirección del centro a enviar cartas a sus padres. Todos los menores, excepto él, interceptaron las misivas, por lo que el padre del fallecido llamó a las otras familias afectadas para comentar la situación. Estas llamadas provocó que Jokin fuera acusado de chivato.

El comienzo de curso fue un tormento para el menor. En los días previos a su suicidio sufrió tres palizas, confirmadas en la autopsia, hasta el punto de que el centro puso en marcha un sistema para que el adolescente pudiera dar aviso cuando se viera en peligro. Pero no tuvo tiempo de usarlo. Tras dos días sin acudir a clase por miedo, optó por suicidarse. El momento más duro para Jokin llegó hace unos días, al cumplirse el aniversario del incidente ocasionado por el desajuste intestinal. En un acto perfectamente organizado, varios compañeros le arrojaron papel higiénico en clase. La familia denunció ayer que, según le han transmitido varios amigos, una profesora se sumó a la vejación al ordenar a Jokin que recogiera él mismo los rollos de papel que le habían lanzado.

La Fiscalía de Guipúzcoa y la Ertzaintza investigan los hechos y el instituto ha expulsado durante una semana a 8 adolescentes. Sus familias aseguran estar viviendo unos días terribles. Añaden que fueron precisamente esos amigos del fallecido quienes le defendían, y que en ningún caso son los responsables de su muerte. Con todo, tres de los estudiantes expedientados han abandonado el instituto.