Si se desdoblaran las carreteras convencionales, aquellas que tienen un único carril por sentido, y se equiparara su seguridad a la de las autovías y autopistas podrían evitarse 752 muertes al año, según un informe de la Fundación Mapfre y la Asociación Española de la Carretera.

El informe contiene veintitrés medidas con las que la Fundación cree que se podría alcanzar el objetivo de cero víctimas mortales en ciudad en el año 2030 y de ningún fallecido en las carreteras y urbes en 2050.

"Es un reto totalmente alcanzable. Es realista a medio plazo", ha manifestado el director del Area de Prevención y Seguridad Vial de Fundación Mapfre, Jesús Monclús, durante la presentación del estudio.

Una investigación elaborada para cuantificar el impacto de las medidas de mejora de las carreteras para la reducción de accidentes y que concluye que el uso de las autovías y las autopistas en lugar de carreteras secundarias ha salvado la vida de casi veinte mil personas en los últimos diez años. "Si todo el tráfico que ha circulado en dicha década por estas vías de alta capacidad se hubiera desarrollado por vías convencionales habríamos contabilizado esa misma cifra adicional de víctimas mortales en España", ha explicado.

El pasado año murieron en accidente de tráfico un total de 1.688 personas, 9.574 tuvieron que ser hospitalizadas y otras 117.058 resultaron heridas leves, según datos de la DGT.

Para Monclús, estas cifras son "absolutamente intolerables" y ponen de manifiesto que las medidas puestas en marcha en los últimos años para reducir la siniestralidad en la carretera están "agotadas" y han alcanzado su límite de eficacia.

Por este motivo la Fundación Mapfre ha presentado su informe con veintitrés propuestas para salvar vidas en las carreteras españolas, elaborado a partir del estudio de estrategias de seguridad vial que funcionan en doce países europeos.