El Ministerio de Sanidad intentará hoy acabar con el desbarajuste en que se ha convertido la asistencia a los inmigrantes sin permiso de residencia desde que en el 2012 el Gobierno aprobó un decreto que los excluía del sistema sanitario. El departamento encabezado por Alfonso Alonso presentará una propuesta de normalización a las comunidades autónomas, aunque lo más probable es que sea rechazada por la mayoría, que la consideran muy restrictiva y exigen la vuelta de la sanidad universal de antes del 2012.

En el documento que el Ministerio ha hecho llegar a las comunidades se propone que puedan recibir asistencia primaria los simpapeles que lleven un año empadronados, acrediten la falta de recursos económicos y no dispongan de ningún otro seguro. Estos recibirían un documento distinto a la tarjeta sanitaria que les daría acceso solo a los centros de la comunidad donde vivan y que debería renovarse anualmente. La propuesta contiene más limitaciones que el sistema adoptado por algunas autonomías. Las que piden un periodo de empadronamiento solo lo exigen de tres meses, por ejemplo. Casi ninguna exige que se demuestre la falta de recursos, una situación casi obvia en el colectivo. El ministerio ha adelantado, sin embargo, que se trata solo de un borrador modificable en función de las aportaciones de las autonomías, pero habrá que ver hasta dónde llega la voluntad negociadora.

INSUMISION La antecesora de Alonso, Ana Mato, limitó con el decreto del 2012 la atención médica de los simpapeles a las embarazadas, los menores y las urgencias, pero desde el principio cuatro autonomías no gobernadas por el PP --Cataluña, el País Vasco, Asturias y Andalucía-- se declararon insumisas. Andalucía, por ejemplo, de la propuesta ministerial rechaza sobre todo que los inmigrantes deban figurar en un registro central, al entender que puede disuadir a la población del uso de los recursos sanitarios por temor a su situación irregular. Los problemas de descontrol de epidemias y la imposibilidad de cobrar facturas llevaron incluso a algunas autonomías del PP a abrir la mano.