Acostumbrados tantos años a ver cómo el anochecer arropaba a la Expiración nada más salir de su templo, entrando casi inmediatamente en la antigua carrera oficial, el sol que durante tanto tiempo acompañó este último Viernes Santo a la corporación de San Pablo camino del nuevo itinerario común permitió a muchos redescubrir hitos de La Expiración, detalles que no desmerecen en absoluto a plena luz del día. Y todo ello con el clasicismo que se espera de esta hermandad, (que ya tiene la mirada puesta en la conmemoración de su centenario el próximo año) incluso en su exorno, con un friso de iris morado para el Santísimo Cristo y la exquisitez del clavel blanco de toda la vida (cuando se sabe poner con arte) para la Virgen del Rosario Coronada. El paso del Santísimo Cristo de la Expiración estuvo acompañado con la elegancia del trío de capilla Stipes, de Dos Hermandas, mientras que la Agrupación Musical Ecijana Amueci hizo lo propio con el paso de palio de la Virgen del Rosario.