Nos acaban de presentar un proyecto de mercado que se mira en otros que han pasado del típico espacio para comprar fruta, pescado y carne al lugar donde ciudadanos con pinta de sibaritas compran los ahora llamados productos gourmet, que no son otra cosa que los que siempre hemos disfrutado en nuestros pueblos. No sé si la plaza que resulte en esa zona rodeada de los edificios tan dispares que ahora la bordean será atractiva para elegirla como lugar de ocio y sin conocer el edificio que quieren construir para sustituir al actual no puedo decidir. Sí sé que el centro necesita un empujón, pero no estoy segura si a costa del popular edificio que tenemos.