Tras el entierro de la sardina el pasado 6 de marzo y el gran baile y concurso de disfraces que se celebró el día siguiente con premios para los mejores disfraces individuales y de grupo ; el sábado, 8 de marzo, tuvo lugar el segundo día del carrusel de coplas con actuaciones en la avenida Villanueva de Córdoba y calle Real y el pasacalles infantil de disfraces al que se unió una gran fiesta de disfraces en la caseta municipal. Los pozoalbenses se despidieron el domingo 9 de marzo con el gran pasacalles que recorrió varias calles céntricas de la localidad y terminó en el recinto ferial donde hubo castillos hinchables para los pequeños, entrega de premios y una gran paella para compartir organizada por la Asociación Amigos del Carnaval de Pozoblanco. Así terminaba un Carnaval que había tenido como prólogo el pregón que de él hizo Antonio Arévalo Santos. Hombre polifacético que puso de relieve su conocimiento en este caso relacionado con la fiesta carnavalera haciendo un recorrido histórico por la fiesta acompañando sus palabras con una original puesta en escena caracterizándose de diversos tipos según lo requería el momento.

Uno de los momentos más esperados del Carnaval, como cada año, fue la muestra de chirigotas y comparsas que tuvo como escenario el teatro El Silo, con un público ávido por escuchar las creaciones de los participantes. Este año los grupos presentes fueron la chirigota Los Reincidentes; la chirigota El 7º haciendo el indio; la chirigota De capa caída; la comparsa La Panacea y la chirigota Tiene guasa.