En la mañana del domingo 28 de agosto tuvo lugar la final de la Copa de Andalucía de clubes de fútbol sala en el Pabellón Juan Sepúlveda de Pozoblanco, donde se enfrentaban el CD Atlético Méngibar y el Real Betis Futsal. Una final de los más emocionante.

El Atlético Mengíbar soñaba con la goleada ante los béticos. La olía y la sentía. Quedaban ocho minutos para el final. Los jiennenses ganaban 6-1 al Betis. La Copa parecía estar en la vitrina. Pero ocurrió algo que le haría salir con la cara rota. Todo indicaba que sería una humillante derrota para los verdiblancos. El Betis se la jugó con el portero-jugador y el Mengíbar se relajó tanto que cuando se quiso dar cuenta ya la tenía liada. Paco, Palermo y Migo obraron el milagro. Gol por cada minuto y minuto. Así empataron a falta de tres para el final. 6-6, con Migo como protagonista y el banquillo verdiblanco saltando.

Al otro lado no se lo creían. El cambio de portero, la relajación y luego los nervios los llevaron a una prórroga donde el Betis estaba muy venido arriba. Tres goles del Betis en la prórroga que colocaban un 6-9 con el cierre de Luis Jarra.

En trece minutos se pasó de un 6-1 para el Mengíbar al definitivo 6-9 favorable al Betis. A veces en el deporte ocurren estas cosas con partidos que rompen a un equipo, destrozan sus ilusiones y dan gloria al otro. El estado de ánimo es lo que más cuenta como se pudo ver en la final de una Copa de Andalucía de Fútbol Sala emocionante y loca. La capacidad de respuesta del Betis fue lo mejor de un torneo que en el día de antes dejó al Lucena y al UMA en semifinales.

Mengíbar había conseguido el pase a la final tras golear 9-1 al Lucena y el Real Betis Futsal tras ganar 2-5 al UMA Antequera. Pozoblanco pudo ver un espectáculo de mucho nivel.