Angela, Luis, Edison, Jaime, Marta, Sandra y Joel son un grupo de amigos, estudiantes de 2º ESO, que han participado en la XXIV Marcha en Bici, organizada por la asociación palmeña de Ayuda al Drogodependiente Guadalquivir, afirmando que "nos interesa la información sobre las drogas, está clarísimo que es malo matar el cuerpo poco a poco, es de tontos", dicen que "consideramos el alcohol y el tabaco una droga". Cuentan que ya salen los fines de semana, que "nos dan 5 euros, vamos al cine, a dar una vuelta, algunas veces a cenar".

Otros dos chicos, deportistas, Juan Carlos Díaz Tubío y Daniel Barraza Angulo daban lectura al Manifiesto de la Marcha en Bici contras las Drogas indicando que "como niño y como atleta, el deporte se convierte en una actividad atractiva, segura y agradable para cada uno de nosotros", "fomentar las actividades de ocio y tiempo libre ayudará a que nos acostumbremos y desarrollemos conductas contrarias al uso o abuso de tóxicos o nuevas tecnologías".

Mientras, los adultos, reunidos por Guadalquivir y el Ayuntamiento, se unen en el objetivo de que adolescentes y jóvenes puedan disfrutar de una ciudad con alternativas de ocio y tiempo libre que sean alternativas al "botellón".

La preocupación ciudadana ante la llegada de menores al botellón ha provocado un encuentro que ha servido para mostrar los recursos para luchar contra la ingesta de alcohol en menores. Recursos tan directos, como el que proponía el jefe de la Policía Local, José Carrasco, una simple llamada telefónica para notificar que "mi hijo ha bebido y ha conseguido el alcohol en tal establecimiento". El jefe de la Policía lamenta que en los últimos 5 años solo han acudido 3 familias a consultar a comisaría.

Los datos hablan y llaman a la educación, al diálogo familiar y a la prevención. La edad media de jóvenes en el botellón está entre los 14 y 15 años, hace 2 años era de 20 años. La Policía ha intervenido en 2015 un total de 39 botellas a menores y ha recibido 11 avisos por intoxicación, más los que llegan al centro de salud. En el botellón se contabilizan cada fin de semana unas 150 botellas de alta graduación.

Fernando Montesino Sánchez, psicólogo de Guadalquivir, es claro al afirmar que "la prevención es la base, un 80% corresponde a la familia, un 10% escolar y el otro 10% es comunitario. Defiende la necesidad de que "hay que hacer a los menores partícipes de su propia prevención".

La concejal de Adolescencia, Ana Isabel Fernández, y alcalde, José Antonio Ruiz Almenara, proponen consensuar una estrategia de prevención. Mesa y unos 80 padres sí estuvieron de acuerdo en controlar el acceso a menores al botellón.

Destacar finalmente que los locales que venden alcohol a menores se enfrentan a multas mínimas de 3.000 euros, se contempla la clausura, y casos de jóvenes que consumen alcohol pueden terminar en Fiscalía de Menores.