El vídeo en el que el joven y valiente Mamoudou Gassama, ese Spiderman de 22 años, salva la vida a un niño que colgaba desde un cuarto piso suspendido en el vacío, tendrá muchas consecuencias. La primera, de admiración, pues como han comentado los bomberos parisinos, será fácil admitirlo en el cuerpo: ha demostrado estar más que en plena forma. La segunda de agradecimiento, pues su generoso gesto de valentía no lo llevarían a cabo muchos aunque tuvieran las condiciones físicas adecuadas. Y la tercera de preocupación de los propietarios de esas viviendas, pues se demuestra que pueden escalarse con mayor o menor facilidad, y eso lo han visto muchas personas, así que imaginamos que más de uno pondrá rejas.