Es el exconsejero delegado del Royal Bank of Scotland (RBS), entidad que ha llegado a un acuerdo con el departamento de Justicia de EEUU para pagar una multa de 4.323 millones de euros en ese país por las hipotecas basura. Se trata de la sanción más elevada impuesta a una única entidad por mala conducta durante la crisis financiera, que abonará para zanjar las reclamaciones.