Remedios Zafra (Córdoba, 1973) premio Anagrama de ensayo 2017 presentará su obra El entusiasmo, precariedad y trabajo creativo en la era digital en la feria del libro de Córdoba, como lectura de los club de ensayo. Escritora y profesora en la Universidad de Sevilla en educación artística, licenciada en Antropología, especialista en ciberfeminismo, se dedica como investigadora al estudio crítico de la cultura contemporánea, en obras como Netianas o Un cuarto propio conectado.

El hilo conductor que recorre su argumentación tiene su origen en una idea que escuchó a uno de sus alumnos, acerca de cómo les habían generado expectativas al hacerles creer que eran libres, cuando en realidad vivían en un mundo precario presidido por una competencia feroz por unos puestos de trabajo escasos y mal remunerados. Estamos ante un nuevo modelo de ensayo, que tiene vocación de alegato, cuya novedad consiste en que incorpora elementos propios de la ficción literaria, a través de la figura de Sibila, la imagen griega que tenía el poder de descifrar el porvenir, que es como un espejo donde se reflejan sus alumnos, sus compañeros o de la biografía de ella misma.

Como mujer, docente y escritora, afronta la realidad de frente, sobre la que lanza una mirada intempestiva, ya sea en el ámbito académico, artístico o social. Según nos confiesa en el epílogo echó a volar su fantasía ilustrada en sus paseos que le permitían pensar con sosiego, en las horas de tutoría y en las conversaciones con estudiantes y amigos, de los que aprender cómo vivir en un futuro incierto.

Una de las tesis que defiende la autora es su visión del mundo actual en red presidido por un neoliberalismo político económico, donde la precariedad laboral y vital se ha convertido en norma, sobre todo entre los más jóvenes, aquellos que en la década de los 70 accedieron de manera masiva a la educación pública, que creían en un mundo mejor. Radiografía de toda una generación instalada en la conectividad en red, y la vez, en la mayor inestabilidad debido a la precariedad que da lugar a una vulnerabilidad extrema, especialmente de los que trabajan gratis en la gestión cultural o en investigación.

La única respuesta, a juicio de la escritora, que reciben por parte del capitalismo cultural es que deben desarrollar un entusiasmo voluntarista que acaba siendo una trampa del sistema para instalarlos en una desazón permanente donde la propia vida queda aplazada sine die, a la espera de un futuro que nunca llega.

No es la suya una obra pesimista sino todo lo contrario, porque anima la participación como ciudadanos activos en las redes, donde es posible tener una voz propia, con capacidad de generar alianzas nuevas y nuevos colectivos por la emancipación en un nosotros digital que limite el poder de las pantallas, con las que creemos jugar, cuando paradójicamente son ellas, como zonas de control, quienes parecen jugar con nosotros, porque los ciudadanos también somos los datos.

Como alternativas teóricas nos propone fomentar un nuevo sistema de valores en libertad, capaz de advertir de aquellas formas de expresión que buscan normalizar y justificar el juego de la cotidianidad arbitraria que parece estar vigente hoy. Por nueva cultura digital desde el entusiasmo íntimo de quienes estamos convencidos del poder del arte y del conocimiento para movilizar nuestros deseos y movilizar nuestra imaginación en una vida que merezca ser vivida.

* Profesor