pECONOMIA

nEl cáncer de la bancaespañola y los políticos N

***Rafael Medina Moreno

***Córdoba

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Lo de la banca es un cáncer que tenemos en este país. Ahora resulta que hay que darle dinero público robado a los ciudadanos haciendo sacrificios extremos. Se va el señor Rato con los bolsillos llenos, viene un prejubilado del BBVA, que cobró 69 millones de euros de liquidación. Pero más cáncer son los que permiten estos abusos, el señor Zapatero, el señor Rajoy, etcétera. En este país hay unas incoherencias totalitarias. ¿Como podemos creer en estos políticos? Pierde uno la confianza en ellos con motivos de sobra. No tienen escrúpulos en mentir, engañar, robar, etcétera. Esto nos va a llevar al caos. No hay ningún día que se habra una esperanza para los ciudadanos, que lo están pasando mal, porque no hay ninguna noticia que alumbre este horizonte negro. Señores políticos, tened vergüenza, dignidad, responsabilidad, capacidad, honestidad, para gobernar este país. No estáis a la altura de millones de ciudadanos que luchan por sobrevivir cada día, y por esos jovenes que buscan un futuro. Nos ahogáis cada día con vuestras perspectivas.

pRELIGION

nEl tinglado social de las Primeras Comuniones N

***Alberto Alvarez Pérez

***Diácono permanente

***Sevilla

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Ya ha se ha inciado la temporada de las Primeras Comuniones. Es un acto que muchos padres lo han convertido en una fiesta social, montando un tinglado para que el niño no sea menos que los demás. Dicho de otra manera, es una carrera interminable de regalos y más regalos. ¿No hay otros días en el año para hacerlos? La Primera Comunión no debe reducirse a una fiesta social de puesta de largo de los niños y niñas, ni convertirse en el día de su vanidad personal. Desafortunadamente hoy en día la Primera Comunión es una trampa consumista, con banquetes, regalos y reportajes, marginando la vivencia cristiana de este gran día. ¿En qué lugar se encuentra Dios? ¿Entre cajas de regalos? Es triste que a veces la Iglesia claudica ante esta imparable máquina de consumo, fiesta y deformación celebrativa del sacramento. Pienso que la Primera Comunión no puede ser a la vez la última y hay familias que con esta fiesta ponen punto final a su vida espiritual y parroquial. ¿Cuántos padres, para ejemplos de sus hijos, estarían dispuestos a vivir ese día con espiritu cristiano, prescindiendo del compromiso social y del montaje ostentoso ante este período de crisis? ¿No se podría dar parte de estos gastos a las Cáritas de su parroquia? Sería interesante hacer una celebración eucarística con toda la comunidad parroquial, donde los niños participasen sin vestidos especiales, ni fotógrafos, creándoles la mentalidad de que la Primera Comunión es comulgar con los demás, especialmente con los niños más pobres. Creo que esta referencia sería una buena catequesis sobre el verdadero sentido de la Primera Comunión.