El pasado año 2015 la subida de la temperatura media global ha destrozado récords anteriores y los dos primeros meses de 2016 no auguran que este año sea más benigno, así febrero ha superado virtualmente los 2ºC que los recientes acuerdos de París de diciembre pasado estimaban como guardarraíl para un cambio climático muy peligroso.

También en 2015, a pesar de que la bajada de la actividad económica mundial ha frenado la escalada de emisiones de gases de efecto invernadero, la concentración de CO2 en la atmósfera ha experimentado una subida nunca vista, 3,76 ppm (partes por millón) de febrero de 2015 a febrero 2016, y cabalgamos desde hace meses por concentraciones por encima de los 400 ppm de CO2, nunca antes coincidentes con la presencia de humanos sobre la Tierra.

Los efectos del Calentamiento Global se están haciendo patentes en todo el mundo, ya no podemos decir que lo sufrirán las generaciones futuras, lo estamos sufriendo aquí y ahora. Andalucía también ha experimentado una elevación de su temperatura media y los pronósticos tanto de elevación de temperatura como de disminución de las lluvias no auguran nada bueno. A ello hemos de añadir que al contar con muchos kilómetros de costa, densamente poblada y tierras cercanas con poca elevación, como la zona de Doñana y otras, la ya real subida del nivel del mar y la esperable añaden otro factor negativo a los anteriores.

Estas afecciones tendrán consecuencias negativas también para actividades económicas tan importantes para Andalucía como el turismo o la agricultura. Diferentes informes elaborados por la Unión Europea alertan de estos impactos.

Ya las sequías recientes han puesto de manifiesto el impacto económico tanto en la producción de nuestros olivares como la pérdida de jornales para la, ya golpeada, población rural que depende de cosechas para su sustento todo el año. La Junta de Andalucía ha respondido con la Estrategia Energética de Andalucía 2020, elaborada por la Consejería de Empleo, Empresa y Comercio y que tiene entre sus objetivos la reducción de las emisiones en un 30% sobre la base de las emisiones de 2007, objetivo que ya se había superado al reducirse las emisiones industriales un 32,9% en 2014.

Peor ocurre con la Ley de Cambio Climático, de la Consejería de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio, de pendiente aprobación, en la que se propone como objetivo que para 2020 se mantenga el mismo nivel de emisiones que en 2005, en este caso lo que en realidad ocurriría en que las emisiones aumentarían un 23% sobre las últimas registradas. La Consejería de Empleo, Empresa y Comercio haría bien en coordinarse con la de Medio Ambiente que tiene en cartera una Ley de Cambio Climático en la que fija objetivos y referentes diferentes en cuanto a emisiones, la primera usa 2007 como año de referencia y los objetivos ya estarían cubiertos un año antes de la aprobación de la Estrategia y la segunda fija 2005 como referente y propone unos objetivos que implican aumentar las emisiones.

No se comprende la total falta de interés de acometer una seria transformación del modelo energético de Andalucía, las condiciones climáticas permiten un fuerte despliegue de las energías renovables que permitirían en muy corto plazo cubrir la totalidad de la demanda eléctrica de Andalucía con fuentes renovables en 2025 y la totalidad de la demanda energética para 2045.

Las ventajas de creación de empleo del modelo renovable son claras, ya que la intensidad de mano de obra por unidad de energía producida es mayor en este modelo, adicionalmente la liberación de la balanza de pagos de las importaciones energéticas permitiría liberar fondos para otras actividades productivas y servicios sociales a la vez que aligeraría la carga contaminante tóxica del modelo soportado por combustibles fósiles.

La experiencia profesional, la capacidad de investigación y desarrollo en el sector de las energías renovables están más que acreditadas en Andalucía y el único obstáculo para esta propuesta es la cortedad de miras y la connivencia del gobierno de la Junta con las empresas energéticas convencionales.

Energía, economía, empleo y ecología un póquer ganador que Andalucía no puede permitirse desaprovechar.

* Coordinador del Grupo de

Energía de EQUO