Todo un peso pesado ha enviado EEUU a la Cumbre Internacional de Terrorismo de Madrid. El fiscal general y secretario (ministro) de Justicia, Alberto Gonzales (San Antonio, Tejas, 4-8-1955), forma parte del círculo de confianza de Bush, con el que lleva colaborando desde 1995, cuando el ahora presidente gobernaba Tejas y firmó 152 penas de muerte, triste récord en un estado de la Unión. Bush no dudó en llevárselo a la Casa Blanca de máximo asesor legal. Allí defendió que a los presos de Afganistán no se les aplicase ("por obsoleta") la Convención de Ginebra de 1949. También facilitó la cobertura moral para los abusos de la cárcel de Abú Graib. Hijo de muy humildes inmigrantes mexicanos, Gonzales es el primer latino en llegar tan alto en un Gobierno de EEUU. Lástima que sea por esas ideas.