Casi 200 músicos en escena en cuatro enclaves emblemáticos del casco histórico de Montilla. Alicientes más que suficientes para que muchos vecinos se echaran a la calle el pasado sábado para disfrutar de la tercera edición de la Noche Blanca, una iniciativa promovida por el Ayuntamiento de Montilla que invitó a los amantes de la música a recorrer el casco histórico, de un sitio a otro, para disfrutar de estilos tan variados como el flamenco, el pop, el rock o la música polifónica.

Hasta bien entrada la madrugada, un total de 16 grupos y otros tantos artistas --entre cantaores y guitarristas-- ofrecieron lo mejor de sus repertorios en los escenarios situados en el castillo del Gran Capitán, la plaza de La Rosa, el Llano de Palacio y el Llanete de San Agustín.

Las actuaciones arrancaron poco después de las 22.30 de la noche en la plaza de La Rosa, donde el musicólogo Antonio García Martínez, que trabaja desde hace años en un libro sobre la historia del pop-rock montillano, coordinó un escenario por el que pasaron Aljibe, Acrópolis, Rockmánticos, Monkey Five y Diablos Verdes, una histórica formación que, este año, conmemora el cincuentenario de su fundación.

"Me apetecía mucho estar al lado de quienes introdujeron en Montilla el rock and roll", reconoció el periodista Manuel Bellido, que presentó las actuaciones.

Junto con el escenario de la plaza de La Rosa, el enclave más concurrido de la noche fue el del Llanete de San Agustín, donde centenares de montillanos se encargaron de ocupar las sillas para disfrutar de la Escolanía de San Juan de Avila, del grupo de guitarras de Mar Moreno, de la Rondalla de Don Antonio Ferrete y del Grupo Cadena, que ofreció un espectacular fin de fiesta junto a los integrantes de Pirámide.

Por otro lado, los más jóvenes encontraron su espacio en el Llano de Palacio, donde se dieron cita los grupos Atomic D, Mixtone, Hellriser y Dynamo Shock, bajo la coordinación de Manolo Hidalgo, alma máter de Córdobarock .

Por último, el castillo de Montilla vibró con el flamenco de Luis Pérez y Curro Cruz; María Tejada y Miguel Salas; Paco Cobos y Rafael Delgado; Antonio José Mejías y Curro Cruz; Josele y Agustín Ortega; Nagore, Curro, José Carlos y Manuel Luque; Paco El Maño y Rafael Llamas; María José Delgado y Juan Carlos Herrador; María Victoria Herencia y Daniel Bellido. Y, de cierre, el grupo montillano Menta y Limón.

Con el alhorí del castillo como telón de fondo, los artistas más arraigados con la tierra fueron subiendo al escenario de la mano del flamencólogo Manuel Ruiz Hidalgo, quien esbozó una pequeña semblanza de los artistas en un enclave que, quizás debido al excesivo viento que se hacía notar en el punto más elevado de la ciudad, registró una afluencia de público menor que el pasado año, como coincidieron en apuntar varios de los artistas que repitieron actuación.

"La Noche Blanca era una apuesta decidida que hacía este equipo de gobierno por la cultura en Montilla, que no se entiende sin la música", comentó el alcalde de la localidad, Federico Cabello de Alba, quien apuntó que esta iniciativa "se ha convertido, al final, en un encuentro anual de Montilla con sus músicos".

La actividad contó como padrinos con Kafé pa 3 , un grupo sevillano formado por Alvaro Prado, Carlos Varela y Pablo de Javier, que navega desde las orillas más flamencas hasta los sonidos más internacionales, con un aire netamente andaluz. La formación, que volverá a estar en Montilla los días 5 y 13 de julio, ofreció un pequeño adelanto de lo que serán sus actuaciones con motivo de la Feria del Santo.

La tercera edición de la Noche Blanca contó, además, con un importante despliegue de efectivos de la Policía Local y de la Agrupación de Protección Civil.

Pese a la buena acogida de los conciertos, la actividad no estuvo exenta de polémica. La Asociación de Vecinos Gran Capitán expresó su malestar por la decisión del equipo de gobierno de no implantar ninguno de los escenarios en la barriada --que pasa por ser la más poblada de Montilla--, a pesar de que el colectivo lo solicitó expresamente mediante un escrito que registraron a finales del pasado mes de abril en el Ayuntamiento y que, a juicio del colectivo vecinal, no ha recibido una respuesta satisfactoria. "Se está produciendo un agravio comparativo con el barrio", denunció el presidente de la asociación, Javier Nieto-Márquez, quien aseguró que algunos hosteleros les trasladaron su malestar.

Por otro lado, la ubicación del escenario de San Agustín también despertó las críticas de familiares de residentes en el Hospital San Juan de Dios, que denunciaron las "molestias" que los ancianos debieron soportar "hasta la madrugada".

La concejala de Festejos, Cristina Alguacil, salió al paso de las quejas de la asociación de vecinos afirmando que "las actividades que se organizan por el Ayuntamiento se hacen para toda Montilla". La edil recordó que en la primera edición se instaló un escenario en el Paseo de las Mercedes y éste quedó "un poco aislado del resto".