La aclimatación de las variedades tintas a nuestra comarca es una realidad. Prueba de ello es el incremento paulatino de la producción y la calidad de unos caldos que, desde hace una década, ampara el indicativo Vinos de la Tierra de Córdoba.

El balance de los primeros diez años de funcionamiento de este marchamo genérico no puede ser más positivo. Y es que durante la vendimia del 2004, año en que se aprobó el indicativo, las cooperativas La Unión y La Aurora, junto con la de San Acacio de Montemayor, molturaron dos millones de kilos de uva tinta. Este año, las previsiones apuntan a más de 7,5 millones. Despacito y con buena letra.