El Periodismo es un servicio público que exige vocación, conocimiento, técnica, dedicación y rigor. Pero, además, es una profesión reglada -como puedan serlo la Medicina, la Abogacía o la Arquitectura- que, desde el año 2013, se rige por un Colegio Profesional.

Pese a ello, el Periodismo lleva años padeciendo el intrusismo profesional, una mala praxis que se ha visto agravada últimamente con la extensión del uso de Internet y de las redes sociales y que se traduce en una amalgama de plataformas que, con mayor o menor acierto, tratan de travestirse en medios de comunicación por intereses normalmente espurios y sin atender las normas deontológicas más elementales. Montilla no es ajena a este fenómeno. Valga la redundancia.