Como todos los años coinciden el día de la Constitución en la misma semana que el día de La Inmaculada, es lo que se llama el puente de diciembre. Un anticipo a las fiestas de Navidad para festejar todo el que pueda gastar en consumismo y en buenos manjares. Las personas se trasladan de unas ciudades a otras para cambiar de aires y así disfrutar de las historias y vivencias de otras provincias españolas. En este puente se visitan bastante ya los belenes. También hay muchas comidas de empresa, donde se reúnen los compañeros de trabajo para festejar la antesala de la Navidad, que son días entrañables para todo aquél que lo quiere festejar y le gusten las fiestas navideñas. No a todo el mundo le gustan: por regla general son muchas las personas que hay solas y que no le gustan estas fiestas, porque también se acuerdan de sus seres queridos que ya no están con ellos. Esto son más bien fiestas de consumismo, ya que se gasta bastante, sobre todo en regalos. Otro encanto que tienen estas fiestas son la llegada de los Reyes Magos fiesta mágica para los niños y los no tan niños, ya que casi nadie se queda sin un regalo de algún ser querido, con la que culmina la fiesta navideña.