En la actualidad, la mayor parte de los individuos que llevan en España el apellido Dobao/Dovao han nacido y residen en la provincia de Córdoba, una circunstancia ciertamente curiosa si tenemos en cuenta que se trata de un apellido de origen gallego. Todo apunta a que la versión antigua fue Do Bao, lo que podría traducirse al español como "del Vado"; haciendo referencia quizá al lugar donde residía alguno de sus primeros portadores.

Pero, ¿cuál es el motivo de este elevado número de individuos con este apellido en nuestra provincia, especialmente en los municipios de La Carlota y Santaella? Básicamente el traslado a mediados del siglo XVIII de un varón apellidado así a la ciudad de Ecija. Ciertamente, no sería él el único Do Bao que haría su acto de presencia en el sur peninsular, pero sí el que es antepasado común de todos, o casi todos, los Dobao/Dovao de los referidos municipios de La Carlota y Santaella.

Para que el lector pueda hacerse una idea de la presencia tan destacada de este apellido en nuestro municipio, baste citar que concentra el 44% de todos los que lo llevan en la provincia en primer o segundo lugar; aún más, es en La Carlota donde residen los únicos siete individuos que lo poseen tanto en primero como en segundo lugar. Por otro lado, en lo que respecta a la distribución geográfica, a pesar de haber transcurrido más de dos siglos, la mayor concentración de Dobao/Dovao se localiza en los departamentos 3 y 8.

Precisamente los mismos en los que se estableció aquella primera familia en los inicios de la colonización de nuestra localidad. Conozcamos algo más sobre ella. Manuel Antonio Do Bao, que probablemente era natural de la parroquia de San Pedro de Arcos (Obispado de Lugo), circunstancia que llevó a que todos lo conocieran por el sobrenombre de el gallego se trasladó a la ciudad de Ecija, donde residió y nacieron todos los hijos que tuvo de sus dos matrimonios, realizados ambos con jóvenes naturales de La Rambla.

No obstante, parece que pronto se haría con algunas aranzadas de olivar en el pago de Manchón de Mesa (uno de los varios manchones que se ubicaron en La Guijarrosa, dentro de la jurisdicción de Santaella), hecho que le llevaría a trasladar su residencia a este municipio en la década de los años sesenta; donde permaneció hasta que la puesta en marcha de las Nuevas Poblaciones. La creación de La Carlota sería vista, sin duda, como una oportunidad para progresar, de ahí que en 1774 se estableciese en el municipio con su familia; es más, incluso su hijo mayor, habido de su anterior matrimonio, años después también viviría aquí.

Tanto el mencionado hijo del primer matrimonio, Pablo Antonio Dobao Luque, como Pedro José Dobao de la Mata, nacido del segundo, serían los progenitores de todos los Dobao/Dovao actuales carloteños.