Un juez británico intentará averiguar si el Gobierno de Rusia ordenó el asesinato del disidente ruso y exagente de la KGB Alexander Litvinenko en un acto de "terrorismo nuclear promovido por un Estado".

Litvinenko murió envenenado por polonio-210 (una sustancia radiactiva) en 2006 después de reunirse en Londres con unos antiguos compañeros de los servicios secretos rusos.

El juez del Alto Tribunal de Justicia Robert Owen ha informado este jueves de que va a tratar de determinar si las autoridades rusas ordenaron el asesinato. Los abogados de la viuda, Marina, han dicho que si se demuestra que fue así, se confirmará que fue un acto de "terrorismo nuclear promovido por un Estado en las calles de Londres".

Según los medios británicos, uno de los principales sospechosos en el crimen, Andrei Lugovoi, podría aportar pruebas a través de una videoconferencia desde Rusia. Reino Unido había pedido su extradición, pero no la ha conseguido porque Lugovoi goza de inmunidad por ser miembro de la Duma (la Cámara Baja del Parlamento ruso).

Durante la investigación del juez Owen, no se revelarán detalles de las pesquisas policiales cuyo fin es averiguar si Litvinenko, que huyó a Reino Unido en el año 2000, mantuvo contactos regulares con los servicios de espionaje británicos.

Litvinenko fue supuestamente envenenado mientras tomaba un té durante una reunión con antiguos compañeros de la KGB en el Hotel Millennium de Londres en noviembre de 2006. Falleció tres semanas después en un hospital.

En una vista preliminar, Owen ha dicho que es "lamentable" que hayan tenido que pasar seis años para que comience esta investigación. Owen ha añadido que está de acuerdo con el juez de instrucción que inició las primeras pesquisas, Andrew Reid, en que "el interés público, a nivel nacional e internacional, exige una investigación sobre el papel supuestamente criminal del Estado ruso".

Se ha dicho que Litvinenko fue asesinado porque criticaba abiertamente al presidente ruso, Vladimir Putin.