La Rambla vivió ayer una de sus «jornadas grandes» del año. La decimotercera edición de la Bajada de Autos Locos -una peculiar iniciativa de la asociación La Ballena Roja y del Ayuntamiento- reunió a miles de personas que disfrutaron de un rallye de lo más original.

Con salida desde la calle Espíritu Santo, junto al cruce de la carretera que conduce hasta la vecina localidad de Montalbán de Córdoba, una veintena de vehículos sin motor de La Rambla, Posadas y Almodóvar del Río se dejaron caer por la pronunciada cuesta que discurre a lo largo de 800 metros por Plazuela Alta, Empedrada, Valenzuela, Paseo de España, Reñidero, Barrios y carretera de Fernán Núñez, desembocando en el entorno de la Caseta Municipal.

En total, medio centenar de tripulantes -un máximo de cinco por vehículo- compitieron por llevarse alguno de los premios que la organización había decidido repartir en tres categorías: al más gracioso, al más original y al más currado.

El primer teniente de alcalde del Ayuntamiento de La Rambla, Rafael Espejo, reconoció que, «aunque nació como una iniciativa muy loca, lo cierto es que, hoy por hoy, la Bajada de Autos Locos es la actividad de un solo día que más visitantes atrae a nuestra localidad, con lo que su potencial turístico es innegable». De igual modo, el edil hizo hincapié en la «importante repercusión económica» que genera la actividad, especialmente entre los establecimientos de hostelería que se sitúan a lo largo del recorrido.