La Guardia Civil ha abierto una investigación para revisar imágenes y estudiar la petición de responsabilidades individuales a quienes atacaron sus coches oficiales en el operativo desarrollado el pasado miércoles por orden judicial, en el que se detuvo a 14 personas por su relación con los preparativos del referéndum del 1 de octubre suspendido por el Tribunal Constitucional.

Fuentes de la Comandancia de Barcelona han explicado que ya se han comenzado a peritar los daños causados en su flota de coches oficiales, incluyendo algunos camuflados. Los mayores daños los sufrieron tres todoterrenos aparcados frente a la sede de la 'conselleria' de Economía con los que se cebaron los numerosos independentistas descontentos con la actuación judicial.

La Guardia Civil está revisando el abundante contenido subido a las redes sociales por numerosos independentistas que grabaron sus actos vandálicos para difundirlo por internet. Según otras fuentes del instituto armado, el daño causado podría oscilar entre los 4.000 y 15.000 euros por vehículo.

Los peritos han comenzado a tasar estragos en motores, amortiguadores o equipos de radio. Fuentes oficiales desmienten que se hubieran robado armas a los agentes, precisando que estuvieron controladas en todo momento y que, por tanto, no se incluye entre el material que debe ser resarcido.

Los ataques

El operativo se desplegó a primera hora de la mañana y hasta pasada la medianoche los Mossos d'Esquadra no dispersaron a los manifestantes que rompieron cristales, realizaron pintadas (algunas amenazantes) y dañaron la tapicería de los coches en los que se habían desplazado los agentes del instituto armado para realizar el registro en la sede del Gobierno catalán.

Algunos de estos vehículos acabaron con las lunas rotas y repletos de basuras y desperdicios, por lo que fueron retirados por grúas.