Es la primera vez que un dirigente del equipo de Pablo Iglesias para Vistalegre II cuestiona el referéndum que el secretario general convocó el pasado diciembre para que los simpatizantes eligiesen las normas para el cónclave de febrero. La consulta terminó con una victoria pírrica del líder por 2.000 votos y constató que la militancia está dividida entre las dos grandes familias moradas. Ayer, Carolina Bescansa, fundadora del partido, admitió los efectos nocivos que tuvo esa votación.

«Hoy Podemos está un poco más débil que antes de esa consulta», señaló para lamentar que el «proceso de no acuerdo» dañó a la formación. Para Bescansa, ese referéndum y los encontronazos en Twitter, han fomentado una «partida de pimpón» entre Iglesias e Íñigo Errejón que deja fuera a otros. «Ha perjudicado a Podemos en su conjunto y ha beneficiado a los que estaban en un lugar claro de poder orgánico», admitió. Bescansa es secretaria de Análisis Político y, aunque es una de las fundadoras, su visibilidad pública ha competido con otros perfiles próximos al secretario general.

Aunque Bescansa ha colaborado con Iglesias en el documento político presentado el pasado viernes, ha tomado cierta distancia y subrayado que se trata de un trabajo «de autor». En este contexto, Bescansa quiere impulsar, junto al responsable económico Nacho Álvarez, una iniciativa participativa para que todos los simpatizantes contribuyan a los documentos presentados por las diferentes familias. Pero alerta de lo nocivo de que esa pluralidad de transforme en «facciones con brazos de madera» en la que los dirigentes votarían sin criterio y solo en obediencia a las órdenes del jefe de su corriente.