Son muchos los aspectos que pesan a los padres a la hora de decantarse por una escuela infantil u otra y el carácter educador que cada vez más poseen estos centros hacen que también entren en juego elementos como que se imparta inglés a los más pequeños u otros aspectos relacionados con la pedagogía.

A pesar de esto, la cercanía con el domicilio familiar, el de los abuelos o el lugar del trabajo, suele ser el elemento más tenido en cuenta para decidirse, como se desprende de una encuesta realiza en 2012 por los estudiantes del Grado de Educación Infantil de la Universidad de Toledo y como constantan los testimonios de familias como las de Montemayor Mora o Carmen Torres.

En el caso de Mora, su hijo tendrá dos años cuando acuda a la escuela infantil. Tanto ella como su marido trabajan y han decidido que "es el momento de dar un respiro a los abuelos y de que comience a interactuar con otros niños". En su elección han pesado tanto las buenas referencias que le habían dado del centro, como la cercanía al domicilio y otros elementos como las instalaciones y el servicio de aula matinal y comedor.

En la misma línea se expresa Carmen, cuyo hijo irá a la escuela infantil con algo más de un año. El motivo también es que ambos progenitores trabajan y para decantarse por el centro han valorado las buenas referencias que han tenido de este y la cercanía al trabajo del padre, así como que la escuela cuenta con cocina propia.