Los datos con respecto a los problemas de obesidad son verdaderamente alarmantes debido al elevado grado de incidencia que están alcanzando entre la población adolescente e infantil. En menos de dos décadas, tal y como reflejan las cifras manejadas por el Ministerio de Sanidad, España ha triplicado sus números en lo que a población infantil y juvenil se refiere (entre 2 y 24 años), llegándose ya a una tasa de obesidad del 13,9%, y a otra del 12,4% si hablamos de sobrepeso. Las mayores cifras se detectan en el grupo de edad de 6 a 12 años, con una prevalencia del 16,1%.

La obesidad puede acarrear problemas tanto físicos como psicológicos, aunque lo más preocupante es que se está fraguando una obesidad adulta con similares problemas pero más graves, teniendo como consecuencia una posible disminución de la esperanza de vida en las futuras generaciones.

Según los expertos, con respecto a las acciones que se deberían poner en marcha para frenar la obesidad infantil se debería empezar por modificar los hábitos de vida, haciéndolos más saludables, con una alimentación más sana y con la práctica, por supuesto de ejercicio, de actividad física. Según Francisco Angel Sosa Simón, profesor de Educación Física del IES La Fuensanta y miembro del grupo de trabajo en el CEP de Córdoba Muévete por tu salud , la alimentación sana debería acompañarse, además, de un incremento de carga lectiva en lo que a Educación Física se refiere, desde Primaria hasta Secundaria.

"No entiendo por qué en el currículum de Primaria, en el que nuestros niños están desde los seis a los doce años, solamente tienen dos sesiones de Educación Física a la semana, cuando es un período de hiperactividad y donde se están forjando, no solamente hábitos, sino también adquiriendo habilidades y destrezas básicas que les permitirán en su futuro más cercano ir adquiriendo cada vez mayor autonomía", señala.

De igual modo, debería practicarse Educación Física en Bachillerato, ciclos o incluso en la Universidad. "Creo que sería una apuesta bastante interesante, ya que así nuestro alumnado, en horario lectivo, haría actividad física, contribuyendo de esta manera a una educación integral del individuo. Es interesante recordar que nuestro alumnado, en Ciclos Formativos y en Universidad, no tiene contemplado en su currículum horas de Educación Física".

Aunque no se puede generalizar, la falta de actividad física es más un problema de chicas que de chicos. "En artículos relacionados con el tema y estudiados por compañeros del grupo de trabajo Escuelactiva se llega a constatar que en el tránsito de Primaria a Secundaria, se observa un descenso en la práctica de actividad física, debido fundamentalmente al contexto sociocultural en el que se encuentren", afirma el profesor. Son los padres los que tienen que asumir el problema en primera persona, creerse de verdad que hay que apostar por una alimentación más saludable y en la práctica regular de ejercicio físico.