Ayer le tocaba hablar al técnico sevillista Unai Emery, que se mostró muy prudente en la visita de hoy a Córdoba. "Si nos confíamos, la realidad me dice que el Córdoba nos puede pintar la cara". Y es que para el vasco "hay que tener alegría, pero sabiendo que hay que ser fuerte, y que en un duelo dividido, ellos irán al 100% y si no vamos a tope, nos ganarán". De ahí que Emery pida jugar con la misma intensidad fuera de casa que como si estuviesen en el Sánchez Pizjuán.

Pero es consicente de que juegan lejos a pesar de la cercanía y que en el campo no habrá presencia de la afición visitante con lo que el técnico dio su opinión sobre la polémica por el precio de las entradas. "Podrían ir miles de sevillistas y que les pongan esa dificultad... Entiendo que en los tiempos que corren, poner 70 euros a las entradas cuando en el mundo del fútbol todos los precios han bajado es complicado. No me parece lo correcto. Sabemos que estarán ahí". De hecho, la afición sevillista se ha citado a las puertas del hotel de concentración, en la propia capital hispalense, para animar a su equipo, que viaja el mismo día del encuentro.

Emery indicó que "cada partido es único y los tres puntos que se juegan ya no vuelven" y alabó al Córdoba, pues "aunque venga de Segunda, es un equipo difícil de ganar por su estructura de juego. Compite muy bien y sigue con las mismas pautas que le permitieron subir".

El preparador vasco resaltó el "gran partido" de sus futbolistas ante el pasado jueves el Feyenoord pero advirtió que "el de mañana será muy diferente. Ellos, por la necesidad y la motivación, seguro que podrán una resistencia tres veces superior" a la del equipo holandés porque "son fuertes atrás y no conceden ocasiones". Además, el sevillista recalcó que el Córdoba "es un equipo diferente. Fuerte, que se aprovecha de los errores, un equipo que está a tope los 90 minutos, que no te concede ocasiones claras, y es difícil darle la vuelta al marcador si se pone por delante. Al Almería le pudo ganar en el 91".