¿Dónde estamos ahora?

Domingo, 10 de junio de 2012. Fueron diez horas de autobús. Los chicos y las chicas. Nos pusimos en la parte alta del estadio. Éramos muchos más y todos cantábamos. Hace tres años y medio lucíamos gafas de sol y no nos importaba lo que llegara desde el videomarcador, por mucha Eurocopa que estuviera en camino. Solo mirábamos abajo, entusiasmados, ilusionados con lo que podía ocurrir en el césped. Yo no me lo creía.

Hoy el césped está helado.

No nos hemos visto.

Hoy la grada, vacía.

Miro de reojo, escucho sin querer. 1--0. Cojo la cámara y meto el carrete; los tres niños hoy quieren fotos, pero no funciona. Otra vez sin pilas. "Poner pilas a la cámara Minolta, es la negra‡", me escribe en un papel arrancado de su cuaderno de clase la prima de once años.

¿Qué estarán haciendo los demás?

-- ¡Me ha dicho un amigo que me pase, que está con el ‡2skate‡1 y me enseña! ¡Me voy con la bici!

-- Yo tengo el mantel puesto, que a las cuatro tengo partido ante El Viso.

-- Yo estoy de perol, pero me he traído el Plus. Lorena no lo ve.

La barriga de Lorena sigue creciendo.

Hace tres años todos estábamos juntos en Valladolid y no nos importó perder 3--0. Había terminado el partido y ahí seguíamos, en la grada, pidiendo a los jugadores que salieran.

Hoy no nos escribimos, no comentamos, no volvemos al debate de si necesitamos fichajes porque todos pensamos lo mismo y el debate se acaba pronto. ¡Qué vamos a decir de esta tristeza de partido!

Esta vez me entretengo con las ocurrencias de la abuela Paz, que siempre que escucha la palabra fútbol pregunta: ¿Y quién gana? Y da igual el que le digas porque todo le parece bien y acto seguido se hará la sorprendida con una exclamación en forma de u prolongada.

2--0. No hago ni por buscar la repetición.

Cuando ves a una persona de 91 años con esa vitalidad resulta imposible darle trascendencia a una derrota en fútbol.

Cuando tu mujer cumple el próximo 5 de marzo y viene una niña ya no te cabreas tanto por mucha falta de actitud que veas en tu equipo, y hasta dices:

-- Bastante hacen con lo que hay.

Cuando eres tú quien se está jugando el liderato, aunque sea en la última categoría de la provincia, solo quieres hacer bien la digestión y estar a punto para las cuatro.

Cuando antes no sabías montar en bici y ahora sí, dar un paseo con ella y no caerte es suficiente para alegrar un domingo.

Hace tres años y medio todos estábamos juntos en Valladolid. Perdimos el ascenso, pero aplaudimos, y no nos queríamos ir del estadio.

Hoy estamos en ascenso, pero apagamos antes el televisor y el aplauso se lo damos a esa persona que tenemos al lado. ¿Y quién ha ganado?